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Las Tunas.- Los casos confirmados de Covid-19 se adueñan de la tranquilidad de muchos cubanos, sobre todo, de quienes pasan los días intentando estar un paso por delante de ese enemigo invisible. Son ellos los imprescindibles, esos que inspiran aplausos y un montón de pensamientos.

Sin embargo, no siempre el bonito gesto viene acompañado de una actuación a la altura de lo que merece esa gente que se “juega el pellejo”. Ahí están las cifras que hablan de contactos, y también de negligencias e indisciplinas. Detrás de los números se halla el dolor de familias que hoy mismo viven en sobresalto y de otras que nunca más verán regresar a casa a los suyos.

Hace pocos días, el doctor José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba, refería: “Tenemos que tener claro que el camino será largo para nosotros porque el virus es muy contagioso, y la mayoría de la población es susceptible, por lo que la pandemia puede crecer fácilmente”.

Portal Miranda afirmaba que en el mundo se han desbordado muchos sistemas de Salud, justamente por la violación sistemática y masiva del aislamiento social. Si bien las evaluaciones evidencian que el país está en el escenario más favorable, todavía falta mucho por andar. Al respecto el titular de Salud fue conclusivo: “No significa que estemos libres de llegar a un escenario crítico”.

"La demora de llegar a una etapa epidémica dependerá solamente del número de casos que se puedan diagnosticar, aislar e identificar a sus contactos, pero más que nada por la cooperación de las personas con las acciones que han demostrado efectividad: el aislamiento social y las medidas de higiene”.

LAS TUNAS Y SU REALIDAD

En esta parte de la geografía nacional, la incidencia de la Covid-19 sigue siendo de las más bajas; desde el día 24 y hasta el cierre de esta edición no se reportaban casos positivos. A las estadísticas locales de confirmados se incorporó el ciudadano italiano, detectado en la comunidad de Guayacán, municipio de Jesús Menéndez, en marzo pasado y dado de alta clínica desde inicios del mes de abril. Por esa razón son 15 los diagnosticados aquí.

Trasciende como buena noticia el alta clínica a cuatro pacientes del municipio cabecera para un total de ocho. La primera es la joven de 19 años de edad, residente en el área de salud del policlínico Aquiles Espinosa, informada el 11 de abril. Los otros, confirmados el 12 de abril, son dos mujeres, una de 57 años de edad y otra de 64, del área de Salud del policlínico Manuel (Piti) Fajardo, y el señor de 74 años, que al momento de enfermar vivía dentro del área del “Gustavo Aldereguía”.

Estas personas permanecerán en vigilancia médica en sus hogares por 14 días más, tras ese lapso se les realizará otro examen PCR en tiempo real y solo entonces pasarían a alta epidemiológica. Las autoridades sanitarias destacan que los cinco pacientes ingresados en el hospital Fermín Valdés de la provincia de Holguín mantienen una evolución favorable.

En reunión del Consejo de Defensa Provincial se conoció del avance en la preparación del hospital Guillermo Domínguez, de Puerto Padre, con el fin de asistir allí a los casos positivos. Entre las principales acciones se encuentran el adiestramiento del personal médico, el completamiento de equipos y las reparaciones menores del edificio.

Aquí evalúan el aumento de capacidades en instalaciones para utilizarlas ante un posible repunte de la enfermedad. También se anunció la aprobación del hotel Las Tunas como centro de descanso para el personal médico que atiende la epidemia en el territorio.

CERO CONFIANZA

Los especialistas estiman que la próxima semana podría alcanzarse el pico de la enfermedad en el país, adelantándose a la media internacional. No obstante, explican que es un pronóstico reservado, el cual dependerá de su evolución en los próximos días.

El doctor Aldo Cortés, vicedirector del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en Las Tunas, ya lo advertía: “Lo que pueda suceder aquí va a depender de nosotros, del pueblo, de la organización de las colas, del distanciamiento social”.

El epidemiólogo manifiesta una gran preocupación ante la indiferencia e indisciplina de unos cuantos que salen de casa en las actuales circunstancias. Varios diagnosticados no presentan síntomas, lo cual complejiza el panorama, y la detección de esas personas ha sido posible gracias al control epidemiológico alrededor de los casos positivos.

Esta realidad convida a la reflexión, pues quienes salen de sus viviendas pueden enfermar y luego infectar a sus familias. Son muchos los contactos de los pacientes identificados y se infieren violaciones del aislamiento social. Ante esto, asegura, habrá que actuar con más severidad, porque se trata de negligentes que ponen en peligro la vida de muchos.

Falta percepción de riesgo, eso es un hecho. Sí, las cifras hablan de baja incidencia, pero ¡cuidado! con pensar sobre una posible inmunidad por estos lares. Todo lo contrario, ahora deben extremarse las medidas y evitar el exceso de confianza, y no lo dice quien escribe, lo afirman los expertos, las propias cifras y la experiencia internacional.