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amancio produccion agricola

Las Tunas.- Frente a la Covid-19, el sector agropecuario de la provincia de Las Tunas tiene una responsabilidad que va más allá de la aplicación de medidas de prevención para evitar el contagio en los diferentes colectivos de trabajadores, sino que sobresale su función social.

Esa que no es más que continuar la producción de los diferentes renglones, porque aun en medio de una situación excepcional, corresponde a las unidades mantener la exportación de carbón vegetal, miel de abejas y tabacos torcidos.

De igual manera, están llamados a sustituir importaciones, más ahora que el país hizo una pausa en la actividad turística, una de las principales fuentes de entrada de divisas a Cuba y que demorará bastante en reanudar, porque el mundo entero está lastimado por el SARS-CoV-2.

Además, por la falta de monedas libremente convertibles será más difícil adquirir alimentos en otras naciones, las cuales también ven afectadas sus producciones por el impacto de esta terrible enfermedad.

Por tales motivos, no tenemos otra opción que producir aquí lo que comemos y por ese camino andan cada día los campesinos y cooperativistas, según explicó Roberto Medrano Ledezma, presidente provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

Igual encomienda tienen los trabajadores estatales del sector agropecuario, en medio de otras limitaciones que ya son reiterativas, como la mala calidad de los suelos de Las Tunas y la falta de precipitaciones.

Súmese a eso una considerable reducción en la disponibilidad de combustible para la atención integral a los cultivos y la falta casi total de fertilizantes químicos, debido al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

Al reto mayúsculo de producir alimentos, se añade solucionar deficiencias en la comercialización de esos recursos y consolidar el plan de abastecimiento a mercados y placitas, luego del cese de las ferias agropecuarias de los fines de semana.

Y se necesita cortar de una vez las ilegalidades que aún, incluso a la luz del día, se cometen con incremento de los precios, desviación de los recursos, acaparamiento y otras acciones que disgustan a numerosas personas.

O sea, hay mucho trabajo todavía; pero el sector agropecuario de Las Tunas asegura que poco a poco se verán los resultados. Y eso es lo que hace falta porque de la gestión de quienes hacen parir la tierra depende la alimentación de los que residen en las ciudades y los poblados.

Ahora se trabaja en un proceso de recontratación, tal como explicó el subdelegado del Ministerio de la Agricultura en el territorio tunero, Luis Manuel Peralta Agüero, quien añadió que se estudian esos pactos para determinar en qué finca o forma productiva se puede aportar un poco más.

Desde hace varios años, en el país se impulsa el programa de abastecimiento municipal, mediante el cual prevén garantizar a cada consumidor unas 30 libras de viandas, hortalizas, granos y frutas; pero eso no se ha podido lograr por diferentes limitaciones.

Por estos días, ante la presencia del nuevo coronavirus, y por la indicación de acercar los alimentos a las comunidades, en la provincia se organiza la distribución de esos renglones, hasta llegar a 22 libras per cápita, lo que será de mucha ayuda porque se venderá en las unidades comercializadoras más cercanas.

No es suficiente lo que se ha hecho y se debe trabajar más. Lo saben los dirigentes del sector y hay voluntad para transformar esa realidad. Esperamos que así sea.