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Las Tunas.- “La alimentación se está convirtiendo en un problema al que la mayoría de los pobladores no le encontramos solución. Sabemos que hay que permanecer en la casa para que no se propague la Covid-19, pero hay que poner un plato de comida en la mesa cada día, y mucho más ahora que los niños están todo el tiempo en el hogar”, expresa Ana Julia, vecina del reparto Aeropuerto, de esta ciudad.

Adairis, en las cercanías de la Calle 7, comparte su preocupación: “Entendemos que estamos en una crisis epidemiológica y económica, pero el plato fuerte escasea cada vez más, sobre todo, en las zonas de la periferia. No se puede comprar ni una libra de carne de puerco y no hablemos del pollo, ni siquiera picadillo. Necesitamos que se materialice una estrategia efectiva para poder adquirir los productos sin tener que perder todo el día en una cola, arriesgando nuestra salud”.

“Mija, nosotros no queremos variedad, ni calidad, nos conformamos con huevo, picadillo y croqueta, pero que estén disponibles en una unidad sin tener que hacer tantas colas. Hay 'casillas' que surten frecuentemente, pero a la mía no”, expone Julio Cesar, jubilado de 68 años.

Opiniones como estas abundan en la población tunera. Las autoridades locales han declarado que las aglomeraciones de personas, principalmente para adquirir alimentos, constituyen uno de los principales obstáculos que persisten en el enfrentamiento al nuevo coronavirus.

MÁS PROTAGONISMO DE LAS BODEGAS

El sector de Comercio, a tono con la política que se implementa en todo el país y como parte del Plan para la Prevención y el Control de la Covid-19 en el territorio, pone en práctica una serie de medidas que aseguran una mejor redistribución de los abastecimientos, acercándolos a las bodegas y con la premisa de llegar a la mayor cantidad posible de personas.

Rolando Rodríguez Rojas, director del Grupo Empresarial de Comercio en la provincia, expuso en el programa radiotelevisivo Alto y Claro que actualmente 192 cafeterías están funcionando como centros de elaboración y que unido a los 10 porcionadores habituales del Balcón de Oriente, confeccionan embutidos, croquetas, hamburguesas y otras variedades cárnicas.

“La prioridad es crear diversas ofertas -puntualizó el directivo-; en los centros de elaboración hoy hacen múltiples productos en dependencia de las materias primas de las que se dispone. Hemos ampliado la repostería y la estrategia es acercar estas variedades a las bodegas y venderlas mediante la libreta de abastecimiento, de manera tal que se evite el acaparamiento y los revendedores.

“El proceso productivo va marchando bien. Una de las limitantes que afrontamos es con respecto a la harina de trigo y se ha aplicado el ingenio de extender esta materia prima con harina de yuca y de maíz, para lograr multiplicar las ofertas y con la calidad necesaria”.

OFERTAS, PARA LLEVAR…

Desde hace unos días, los 57 restaurantes de Las Tunas han eliminado la venta a la mesa. El imprescindible aislamiento social obliga a que estas unidades solo brinden los servicios de comida para llevar y a domicilio, hasta las 8:00 pm.

El director del Grupo Empresarial de Comercio comentó que además, están en funcionamiento las 12 fondas del territorio, opción que agradecen las personas de más bajos recursos.

“Hemos incorporado ofertas muy asequibles para los tuneros -expresó Rolando Rodríguez-. Algunas no exceden los 4.55 o los 7.00 pesos, estamos hablando de arroz, viandas, ensaladas y croqueta, picadillo o stake de jamonada. En el caso del bistec de cerdo de 58 gramos, el precio de la completa es de 8.80 pesos”.

El directivo argumentó que existen otras variedades comestibles con costos superiores, y a esto se suman, por supuesto, los menús de los restaurantes. Explicó que cuentan con todas las condiciones para garantizar la calidad de los platos y para ello han implementado un sistema de chequeo constante.

A TONO CON LOS TIEMPOS ACTUALES

Las medidas que implementa el sector del Comercio y la Gastronomía urgen de materialización en suelo tunero. Las estrategias están encaminadas a reducir las colas y aglomeraciones de personas en busca de alimentos, pero incluso con el nuevo mecanismo que coloca como centro a las bodegas, se requiere de la responsabilidad ciudadana para acudir de forma escalonada a estos lugares y evitar los tumultos.

Las autoridades locales han informado que disponen del transporte necesario para garantizar que se llegue a toda la zona urbana de la provincia y que en la medida de las posibilidades acercarán comestibles a los barrios y otras mercancías como el sirope.

Es imprescindible también que la población comprenda que en estos tiempos se requiere de solidaridad y confianza en las estrategias gubernamentales que garantizarán lo indispensable a todas las familias. El engranaje puesto en marcha frente a la Covid-19 es producir más alimentos y llevarlos a más personas.