Las Tunas.- "Pablo puede ser muchos niños", comentó a 26 Saimy K. Torres, a propósito del Premio del Lector, que le otorgaron recientemente a su libro El mundo de Pablo, en el contexto de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana, por estar entre los 10 títulos más vendidos en el 2022.
Ciertamente, como expresan las palabras de la contraportada, ante este texto "los lectores se convierten en sorprendidos espectadores de todo un mundo imaginado por un niño especial, narrado por su hermano, no menos especial, y convertido en literatura con la complicidad de su autora, paradigma de sensibilidad, que le imprime a las palabras esa carga de ternura propia de quien habla con el corazón".
Enseguida lo supe, era la escuela perfecta para mi hermano. Afuera leí un cartel: Escuela Especial. Pablo es también especial. Nos recibió la directora. Se notaba que sabía mucho sobre niños como Pablo. Comenzó a hablar con mis padres y decía palabras raras como espectro, psicoterapia, autismo..., yo nunca había oído sobre esas cosas. Me parecía la escuela de los X-Men. Fue muy emocionante.
Fragmentos como este hilvanan una trama fascinante, que te hace volver una y otra vez a las páginas. La narración diáfana y sencilla, las curiosas historias detrás de la cotidianidad del protagonista, la dulzura del hermano, son algunos de los aderezos del libro, que parece leerse solo.
A veces Pablo no comprende este mundo. Por eso decidió construir uno para él solo. Lo llama Villa Aventura. Allí hay una montaña congelada donde viven sus amigos imaginarios los Yeiks. También tiene un oso, una vara de pescar y unos patines de hielo.
El libro, publicado por la editorial Sanlope, fue merecedor del Premio Nacional de Narrativa Infantil Principito 2019. Igualmente, otro de los textos agasajados con el Premio del Lector, que vio la luz por el mismo sello y también ganó en el certamen convocado desde el Balcón de Oriente (pero en el 2020) fue el cuaderno En una maleta, el mundo, del escritor granmense Erasmo de los Ángeles Rondón Soto.
"El reciente lauro me sorprendió, no lo esperaba, aunque sabíamos que tenía buena aceptación y, al menos en nuestra provincia, se agotó enseguida. Siento muchísima gratitud porque la obra creativa no está completa hasta que la recibe el público. Ahí es donde se cierra el ciclo de la creación. Estoy muy emocionada, satisfecha y agradecida con mi familia, amigos y la Sanlope, que me dio la oportunidad de publicar por primera vez un libro para niños y, por supuesto, con todos mis lectores", expresó Saimy K. Torres.
Deseosa por la reimpresión del volumen, ahora a cargo del Instituto Cubano del Libro, confiesa la autora: "Creo que así cumple con su destino final: llegar a muchas familias como la mía (que viven escenas similares en su cotidianidad) y que las personas se sientan identificadas con sus historias".