Las Tunas.- La Peña Prodigiosa trae aires de primavera y esa algarabía inherente a la proximidad de sus 15 años, por celebrarse en junio. Pero el encuentro empieza mucho antes de cada fecha prevista. Como cuatro mosqueteros, sus organizadores (Frank Arteaga, Gabriel Valenzuela, Jorge Smith y Ana Ibis González Fonseca) endulzan las almas con comentarios en la calle, por Internet o a través una llamada. El espíritu de festividad nos embriaga y la invitación se torna certeza.
ESTA PEÑA ES UNA FIESTA
La cita defiende la cultura tanto nacional como foránea, enfatiza en el período de los años 60 a 80 y, para mí, destaca por mostrar uno de los diseños más acabados en cuanto a entrega cultural de estos predios.
"Lo hacemos todo nosotros. Somos guionistas y productores, conductores, realizadores de audiovisuales, anfitriones...", cuenta Smith. Y eso es plausible, pero pienso que el peso de los costos no ha de caer sobre sus hombros y, en vista de la proximidad de sus tres lustros, fuera bueno disponer de apoyo y financiamiento. Los resultados lo avalan.
En el patio más íntimo del centro cultural Huellas, sus artífices reciben a los invitados. Y enseguida se hace la magia: canciones, imágenes y recuerdos de una década de gloria, una época de canciones románticas, aunque sean salsa, soul o trova.
"Es un punto de encuentro, de comunión de afinidades; un leitmotiv para seguir siendo lo que fuimos, divirtiéndonos como fuimos y, desde ese punto de partida, un estímulo para crear en esta contemporaneidad. Bebemos de lo mejor. Absorbemos lo bueno. Eso nos permite seguir viviendo y alimentando aquella juventud que perpetuamos", dice Ana Ibis.
Ellos llenan el espacio de esperanza y vida, de flores y poesía; y es que está concebido para amigos, muchos son -incluso- familiares. Allí se baila y se escucha, pero también se aprende. Además, el público joven -muy joven- está dispuesto a tomar las vibras.
En lo personal, siempre he admirado el cuidado del detalle y alguna que otra vez me he preguntado: ¿Cómo hacen para sostenerse en el tiempo con impecable estética? ¿Qué recursos hay detrás de ese engranaje que no falla ni con lluvia, ni a oscuras, ni con aislamiento? El secreto es evidente: la pasión que le imprimen, unido a respeto, coherencia y buen gusto.
"Casi la totalidad del talento que nos acompaña es hija de la colaboración y el amor de los artistas, quienes saben que van a encontrar un público de calidad", agrega Smith. Y, ciertamente, ese es uno de los premios, pues no pocos resultan habituales a ese pedazo de tiempo marcado por el recuerdo y la pertenencia.
Aunque el escenario carece de sistema de luces y escenografía idóneos (que darían más valor artístico a las presentaciones), el impacto en la gente está garantizado. En un artículo publicado por Gabriel Valenzuela en la revista Quehacer número 3 (edición digital), informa que hasta la fecha han realizado más de 170 ediciones, en las que ha intervenido una cifra superior a las 120 personalidades, con una impronta latente en nuestra cultura y sociedad.
"Sus propósitos no son solo proporcionar un espacio de esparcimiento, acompañado de buena música y el consumo gastronómico, sino que va mucho más allá, con inclinaciones netamente educativas y del gusto estético de sus públicos", expresa este protagonista en un fragmento del texto.
La formación de públicos culturales de excelencia, el reconocimiento a figuras notorias y la formación de valores, figuran así entre los aportes reconocidos por Valenzuela, quien realizó sobre el tema su tesis para convertirse en máster en Desarrollo Cultural Comunitario.
Este 12 de mayo la peña se dedicará a las madres. Huellas volverá a acoger secciones como La Gozadera, Karaoke, El Embrujo Musical, Curiosidades, A lo Cubano y Video Sorpresa. También la podemos encontrar en la red social Facebook como Peña Prodigiosa online, pero el sabor del encuentro físico, al calor de buena música, baile, ejemplos de cortesía y cultura, en general, eso no tiene precio. Esta peña bien sabe ser prodigiosa.
