La locutora Maura Peña Machado recibió el Micrófono de la Radio Cubana en el contexto del aniversario 72 de la emisora provincial Radio Victoria. Llegue con esta entrevista la felicitación a todo el colectivo de ese medio

Las Tunas.- Nueve lustros lleva Maura Peña Machado unida a la Radio. Su nombre y voz forman parte ineludible de nuestra emisora provincial. “Apapachada” en sus primeras edades por sus consanguíneos, tuvo una infancia feliz en la Villa Azul. Tras su arribo a Las Tunas, “la niña de la familia” siguió por buen camino, participando en actos, matutinos, declamando poemas...; “ya llevaba dentro el rayito de ser artista”, expresa.

Hoy recuerda cómo, por ese entonces, su hermano y ella se sentaban en casa delante del radio a escuchar Tía Tata cuenta cuentos, mientras mamá y abuela preferían las novelas. “Ellas me enseñaron a leer y escribir antes de ir a la escuela. De ahí proviene mi pasión por los libros. De pequeña soñaba con ser maestra, pero quiso la vida que un buen día entrara a esta casa radial y no me he ido”, comenta.

“Un dulce reto”, así resume el significado de ese medio de prensa para su vida. “Desde mi llegada, la Radio y yo hemos andado en completa complicidad”, confiesa. Como si ante sus ojos el tiempo volviera atrás, rememora esos instantes en los que subía las escaleras de la planta, otrora ubicada en los altos del teatro Tunas, tras una plaza de oficinista, que sería su primer trabajo. Sin embargo, no duró mucho en esa labor, pues su talento poco a poco le fue abriendo puertas…

“Luis Rodolfo Serra, quien era jefe del Departamento de Programación, vio en mí posibilidades para otras faenas. Les debo mucho también a la maestra Laraine Ortiz y al realizador Francisco Zamora. Un buen día, Serra y el señor Metodio Diez me pusieron delante de un micrófono; fue inolvidable”, evoca. Reitera que la locución es sumamente compleja. “No es un asunto solo de buena voz; debes estudiar bastante, estar concentrada y tener cultura. Así podrás enfrentar cualquier programa y entrevistar a todo tipo de especialista”.

Ella ha dejado su estampa en numerosos espacios, entre los que figuran Momentos, Qué buena mañana, La gota de rocío, Huellas, Danzones y ABC. En este último, incluso, se desempeña como actriz. “La gente me identifica mucho por Momentos, pero también le guardo un cariño inmenso a La legalidad socialista, el primero que hice y cuyo guion escribía. Recuerdo que tuvo una audiencia especial y salía de lunes a viernes, al mediodía. Con Mañanitas infantiles me estrené como actriz, haciendo voces de personajes”, explica.

Maura no dejó de superarse en el trayecto y hasta se graduó de periodista en Santiago de Cuba. Sobre esta faceta refiere: “Esa pasión surgió en mí ya estando en la emisora. Empecé a estudiar Licenciatura en Historia, luego Estadística Económica y terminé como reportera, pero todo siempre vinculado a este medio de prensa. En ese entonces atendía los sectores de Historia y Cultura, que me gustaban mucho”.

Ella también ejerció otras labores. “Fui asesora, directora de programas, subdirectora de Programación por mucho tiempo... Estuve en el Departamento de Asistencia Metodológica y, luego de pasar por la parte administrativa, llegué al Informativo. Después me decidí por la locución, que venía realizando, pero desde entonces la ejercí completamente”.

Sin embargo, cada peldaño de su carrera le ha dejado enseñanzas. “Ser cuadro administrativo de la programación resultó importante para mí. Era responsable de que todo marchara bien dentro de esa área, incluido el quehacer de las emisoras municipales. Fue una etapa de mucha responsabilidad, con aciertos y desaciertos, pero muy gratificante. Pasar por la zona metodológica, en cambio, me hizo comprender mejor cómo funcionan las audiencias, los proyectos…, ¡tantas cosas!”

Más allá de medallas como la Raúl Gómez García o la 28 de Septiembre, el verdadero premio para ella es la conexión con el público. “He tenido la suerte maravillosa de que casi todos los programas en los que he participado han sido bien recibidos por los oyentes. Momentos, especialmente, representa una caricia para el alma; ha significado una verdadera dicha mantenerlo durante 34 años al aire. Muchos han pasado por este espacio, que es idea original de Laraine Ortiz. Pero, más allá de ser su voz fundadora y guionista, lo que me satisface es que me ha permitido conocer a personas increíbles, que son parte imborrable de mi historia”, comenta.

Como haciendo honores al nombre del programa, esa propuesta le ha regalado “momentos” especiales a Maura. Uno de estos está unido al granmense Rubert González. “Inolvidable resultó cuando ese señor de la tercera edad vino desde el municipio de Bartolomé Masó, en las montañas, para conocer la voz de Momentos. Es una historia muy bonita. Ya nos conocíamos vía telefónica, pero que una tarde llegara a la emisora desde tan lejos y sin avisar, solo para conocerme, me conmovió.

“Esa dulce presencia de los oyentes en mi vida me hace feliz, pero también es una responsabilidad enorme, pues me obliga a perfeccionar mi ejercicio, porque sé que siempre habrá personas que me escucharán y no puedo defraudarlas. Por esa sensación única y porque amo mi trabajo, me jubilé y terminé por reincorporarme. A un locutor no deben faltarle el amor, la compasión, los deseos de superarse y, sobre todo, el respeto hacia el oyente”, refiere.

Recibir el Micrófono de la Radio Cubana, en el cumpleaños 72 de Radio Victoria, corrobora su entrega. De esta manera describió Maura su sentir a 26: “Hay oficios que se adueñan de nuestro aliento. Este es el resumen de mi faena. La locución me tomó de la mano y así seguiremos, juntas. Es una pasión perdurable que, aun en el crepúsculo de mi vida, me hizo regresar tras el goce de trabajar para personas que, desde sus hogares o cualquier lugar, te esperan con el corazón abierto”.