Las Tunas.- El Festival Nacional de Telecentros dejó a su paso un morral de saberes y emociones. Especialmente nos alegra el hecho de que TunasVisión, el canal territorial, volviera a conquistar el primer lugar entre sus homólogos del país, mereciendo la sede de la próxima edición, mientras Solvisión y Canal Habana obtuvieron el segundo y tercer puesto, respectivamente.
El Gran Premio de la cita lo obtuvo Al final del camino, de Televisión Serrana. Al dialogar con Ariagna Fajardo Nuviola, directora de documentales que ha dejado su huella en obras como esa, apreciamos humildad y voluntad de contar historias de personas comunes. Allí, desde una geografía montañosa, ella lleva la cotidianidad rural, con sus matices y riquezas, a la pantalla. “Ya tenemos 32 años de labor sostenida. Varias generaciones han sido formadas al calor de la institución.
”Trabajamos con niños, en escuelas, con adultos, campesinos… Nos proyectamos hacia la comunidad y así damos vida a nuestros audiovisuales. Es un ejercicio de resistencia en momentos en que todo se complejiza, pero también una forma de lealtad a los nuestros, porque desde ahí contamos al mundo nuestras verdades. Este documental es un grito, a veces de angustia y otras veces, ahogado”, dijo a 26.
Aunque “todos somos ganadores, porque todos servimos a la Televisión cubana y al público”, como dijo José Carlos Zaragoza Suárez, director general de este medio en el país, fue gratificante observar que varias guirnaldas fueron a manos de nuestros coterráneos. Especialmente, el periodista Gianny López Brito obtuvo varios laureles, entre los que destaca su premio en testimonio con El mundo de Pablo, conmovedora historia sobre un niño autista y su familia en el devenir cotidiano, realizado en coautoría con Waldina Almaguer.
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Además, Gianny obtuvo menciones en géneros como comentario y reportaje, un tercer premio compartido con Yelenis Fernández García por la obra El Cornito: poesía y sollozos, y el primer lugar en entrevista con Uno y otro, que realizó con Waldina Almaguer Medina. Esta última colega, a su vez, ganó el máximo cetro en programas culturales con la revista Claroscuro, y un tercer premio por el espacio infantil Cuchuplún.
También al tunero Yunior García Díaz, en el apartado de fotografía, le reconocieron por su labor en Pasión poesía, espacio dirigido por Carlos Téllez Espino y que obtuvo, igualmente, un segundo premio en la especialidad cultural; al igual que En clave tunera, de índole musical, que cuenta con la dirección de Dalgis Román Aguilera. Asimismo, Tahily Berrey Almira conquistó una mención en locución por su labor en el programa Claroscuro.
La reportera Natacha Díaz Bardón mereció el segundo premio con la obra Género Derecho, en la categoría de nuevo formato para Televisión, y en mensaje de bien público conquistó un tercer lugar con Ciudad limpia.
En cuanto a programas informativos, la presea la ganó Tele Pinar con Conexión informativa; en guion, Francisco Leyva Ferrer (Picky), de Islavisión, y Ariagna Fajardo Nuviola, en dirección. En espacios históricos, Telecristal con Testigo de los tiempos; mientras que Canal Habana conquistó los máximos galardones en propuestas deportivas, y de ciencia y técnica. Esos son solo una muestra de los premiados, quienes defendieron su quehacer entre más de 300 obras en competencia, de una treintena de telecentros.
Además, en la gala de premiaciones, en la que actuaron talentos de la empresa comercializadora de la música y los espectáculos Barbarito Diez, les fue entregado el Sello Aniversario 75 de la Televisión Cubana a personalidades, instituciones y eventos culturales que marcan para bien nuestra localidad, como el arquitecto Domingo Alás Rosell, el proyecto sociocultural Zabaleando y la Jornada Cucalambeana; y fueron reconocidos fundadores del medio televisivo en el país, ante las máximas autoridades de la provincia.
Pero, más allá de lauros, realizadores como Waldina agradecieron que el programa potenciara la visualización de obras, algo en lo que no siempre se ahonda; mientras otros, como Gianny, encomiaron la diversidad de temas analizados en diferentes momentos. Los espacios teóricos se acercaron a la investigación social, imprescindible en la construcción de la programación; a los retos que implican las redes sociales y la inteligencia artificial; a la descolonización cultural, entre otros tópicos. En tanto, se reflexionó en torno a la necesidad de encontrar financiamientos a partir de los gobiernos locales, que tributen a un mejor trabajo, la importancia de realzar las historias de vida y que cada día el medio se parezca más a la gente.
“Este evento nos permitió volver a las esencias. Todos necesitamos de esos aprendizajes, que nos permitan perfeccionar mecanismos y modos para conectar mejor con el pueblo. No es posible avanzar sin conocimientos, experiencias, sin aplicar la ciencia a la realización audiovisual… Mis felicitaciones a Las Tunas, que siempre se ha caracterizado por el buen hacer”, concluyó Zaragoza, sonriente.