
Las Tunas.- La Orquesta Sinfónica de Las Tunas fue la encargada de poner el broche de oro a la gala de clausura del 31 Festival Cinemazul, con un concierto que rozó la perfección.
Los músicos ofrecieron un recorrido por algunas de las bandas sonoras más emblemáticas del país galo, desde La vie en rose hasta Emmanuelle, entre otras piezas.

Más que un acompañamiento musical, su presentación fue un homenaje al poder del cine y la música, como lenguajes universales capaces de conmover y unir generaciones.
Durante la velada se concedieron los lauros del certamen; el jurado, presidido por el doctor en Ciencias Ernesto Rafael Triguero, reconoció el talento y la dedicación de los participantes. El Premio Ola de esta edición fue otorgado a Idelmar Cordero Gómez, de la provincia de Holguín; mientras, María de los Ángeles Rodríguez Salazar, del municipio de Majibacoa, triunfó en la categoría de participación.

Al propio tiempo, María Karla Acosta García, de la localidad capital, recibió mención especial. El periódico 26 entregó un reconocimiento al cineclubista Rubisel González Fonseca, de Granma, y la Dirección Provincial de Cultura distinguió el quehacer de Lino Almaguer Mastrapa, de Puerto Padre, reafirmando el compromiso de las instituciones culturales tuneras con la promoción del cine.
El Festival, que desde su regreso ha apostado por la excelencia y la diversidad cultural, cierra así una edición marcada por la emoción, el talento y el reencuentro del público con su historia cinematográfica. Y lo hace, una vez más, bajo el influjo mágico de la música sinfónica, que esta vez tuvo acento francés, pero alma tunera.
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