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Las Tunas.- Nuestra región posee un talento artístico incalculable y desde cada uno de sus rincones emergen valiosos exponentes. Tal es el caso de la narradora oral Mirtha Eduarda Costa Pérez, quien en el municipio de Amancio comparte su quehacer para el mundo.

Desde niña fue una apasionada del teatro e incursionó en el grupo Bufo de su tierra natal, donde aprendió la magia de las tablas y decidió estudiar la manifestación. Muchos años después inició su vida en la música, hoy acumula bajo su rúbrica más de 100 canciones para niños y adultos.
“Cuando mi hija tenía 5 años participamos en el Concurso de Música Infantil Cantándole al Sol, ya es toda una mujer y aún las personas y los más pequeños cantan nuestras obras”, dice Mirtha a 26.
narradora oraldayana 2Ella fue fundadora de ese certamen en la provincia, junto a Argelio Puig, Tony Miranda y otros que ya no están. Lo recuerda como “una experiencia lindísima, porque el trabajo con niños nos hace recorrer caminos por los que nunca pensamos transitar… ¿quién diría que yo escribiría música?”
En el territorio obtuvo varios premios, y La cucarachita curiosa es el tema que la inmortalizó en esa lid. Su huella musical llega hasta la Colmenita de Cremata, con Caballito azul. Compone en coautoría con su esposo, Eliodoro Cordero, músico de profesión. A Mirtha le gusta decir que hacen un buen binomio, porque ella escribe las letras y él hace la magia de la orquestación.
Su pasión por la narración oral nació en Camagüey y tiene en Verónica Hinojosa, gran cuentera del Balcón de Oriente, la inspiración y el apoyo mayor. “Participé en sus talleres y me invitó al Festival de Narración Oral Palabra Viva, gracias a ella comprendí que este era mi camino.
“El arte de narrar no solo abre un telón, también te otorga el don de la palabra, porque como dice Miguel Pérez, 'somos palabras que cuentan lo que somos'.
Es una persona agradecida y con voz melodiosa dice conocer en todo el país, a muchos narradores y cuenteros que son sus amigos. Siente una deuda eterna con Radio Maboas, porque en esta emisora encuentra su escenario más habitual. En el programa Cerca de ti, que hoy es regazo, puede hacer lo que le gusta.
La literatura es una parte importante de su vida, le gustan los trabalenguas, las adivinanzas, los cuentos sin fin y es lo que deja plasmado junto al escritor Miguel Pérez Valdés en el libro Versos para jugar.
Sus obras recorren la nación. Justamente, en la ciudad de Cienfuegos, por los dos siglos de fundada, se hizo la compilación Doscientas perlas por un collar, por la editorial Mecenas, y su Fernandina adorna esas páginas.
“Aguardo la salida de mi próximo libro de poesía Nanas para dormir a una muñeca, estoy muy ansiosa porque mi esposo y mi hija sienten que, de todos, esos versos son los que más les han gustado. Ellos constituyen mis mayores críticos”.
Cuenta con un sinfín de reconocimientos por su labor, tanto dentro como fuera de la Isla. En tiempos de pandemia no se detuvo y participó en eventos de narración oral en Argentina, Ecuador y México. Pero esto no la hace olvidar de dónde es y abraza en su casa a uno de sus más preciados tesoros.
“Tengo un proyecto llamado CC porque venimos contando y cantando. Son las iniciales de nuestros apellidos y es una unidad de medida (centímetro cúbico). Queremos dejar eso, un poco de amor y cultura a las personas que nos escuchan. Llevamos adelante, además, dos peñas permanentes de cuentos y canciones, una infantil y otra para adultos.
“Pensamos continuar creciendo. Cuenta Cuba, proyecto dirigido por Nelson Amel Aragón, coordinador de la Cátedra Nacional de Cuentería, me ha hecho investigar sobre la cotidianidad del municipio en lo referido a la cuentería, y en un futuro quisiera convertir mi hogar en un museo, donde se encuentren los 'locos' de mi pueblo, los callejeros, esas personas que dejaron su nombre y ya no están”.
Así es Mirtha, una inyección de ternura. Su voz transmite muchas emociones, te obliga a prestarle atención y esos CC de amor son lo mejor que puedes recibir.