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Curso escolar 23 24 LTU fotos Angeluis

Las Tunas.- Brenda corre hacia su mamá; busca su compañía. Alrededor reina la algazara, contagiosa a lo largo y ancho de todo el caimán antillano. La pequeña uniformada inicia el segundo grado y sentimientos encontrados la sostienen la mañana de septiembre. Por un lado extrañará los viajes al campo, los baños en el río y la playa y, por otro, está "feliz de ver a su maestra y a sus compañeritos".

En Las Tunas, como en toda Cuba, es jornada de fiesta; cada familia la vive de maneras similares y, a la vez, diferentes. Algunos se estrenan en la escuela, otros continúan; hay quien va con más ganas y quien ya espera la corrida del calendario para que, nuevamente, lleguen esos dos meses de asueto y diversión. Por norma sin moldes, todos, o casi todos, portan la ilusión de reencontrarse con los amigos y maestros queridos, de aprender y vivir días tanto o más estimulantes que los pasados dos meses atrás.

Con postales más o menos similares se vivió, esta semana, el inicio del curso escolar en los más de 600 centros educacionales de la provincia. Y no fue fruto de la improvisación, sino de un muy calculado trabajo de preparación de las autoridades del sector, del Partido y del Gobierno, a todas las instancias, que regresó esta etapa de libros y libretas, no sin carencias; pero sí con la certeza de alzar la voluntad de enseñar y de adquirir saberes, por encima de las dificultades. Lo esencial no ha pasado desapercibido tampoco para las familias que ante el alza del costo de la vida material han exprimido sus arcas con vistas a este día de sueños compartidos.

En casa, los días previos fueron de corre-corre para adquirir medias, zapatos, mochilas… forrar libros y libretas, adaptar las prendas escolares a las medidas corporales de cada niña o niño y, en otros casos buscar uno que se ajuste al "estirón" de nuestra descendencia; mientras se piensa y se garantiza la merienda, difícil tarea para estos tiempos. Y no gravita distancia grande entre esta realidad y la vivida por los pedagogos, padres o abuelos tantos, que en las fechas previas viven con intensidad y ansiedad sus jornadas. En sus manos tienen el futuro, lo saben y a ellos agradecemos por su obra de amor.

Todo esto estaba en el aire cuando Brenda llegó hasta su mamá, Yairelis Cobas Peña, educadora en el seminternado Julián Santana Santana y quien andaba la mañana del pasado lunes, con sus pupilos de cuarto grado como gallina con sus pollitos.

"Cada curso es un reto nuevo para demostrar qué podemos hacer como maestros, para brindarles a los estudiantes lo mejor de nosotros que es enseñarlos, educarlos y prepararlos para la vida y el futuro", comentó a 26 casi a punto de que arrancase el Acto Provincial de apertura oficial al período lectivo para más de 80 mil educandos y cerca de 11 mil pedagogos, junto al personal de apoyo a la actividad lectiva.

Noel Peña y Wilmer Utria, alumnos desde el primer grado de Yairelis andaban inquietos y expectantes: "Me gusta la escuela y aprendo mucho, a mí se me da bien, en especial, Matemática", comentó el último de este dúo hermoso, mientras su amigo habló de cuánto extrañaron a sus maestras y de la alegría de reencontrarse con Maikol y Daniela, compañeros de aula.

Locuaz y expectante, Samira Bernal nos contó que ahora tendrá maestra nueva, aunque no olvida a Delmis y Yuliet que la acompañaron en el tercer grado. A este ritual iniciático ansiosos llegaron también Ánika de la Caridad y Dixan Enrique Jorge; ella deseosa de participar de las actividades culturales, él, de formar parte del quehacer deportivo.

El día cero del curso escolar, el inicio, abrigó también el deseo amoroso de abuelos y progenitores de ver a sus crías convertirse en hombres y mujeres útiles; tal cual lo expresó en sus palabras, la madre Liliana Rodríguez. Sentimientos que Eduardo Villamil ratifico en su "apoyo a la escuela en el cuidado de los materiales de estudio y en el respaldo al colectivo ante cualquier necesidad."

Para Nilser Piñeda Cruz, director provincial de Educación, el inicio del curso escolar 2023-2024 es una victoria y una etapa de desafíos y realizaciones en la que dejarán su sello más de 300 nuevos pedagogos, egresados de las escuelas para esta formación.

"También la Universidad en diciembre efectuará una graduación, lo que permitirá que se incorporen a los planteles una cifra superior a los 600 educadores; además de que, buena parte, transita el curso para trabajadores y pronto serán licenciados.

"Asimismo, ya realizamos el proceso de categorización docente para una mejor preparación, a la altura del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación", explicó el directivo.

En sus palabras manifestó también que, aunque este curso es en Cuba el primero que retoma las 46 semanas lectivas; Las Tunas ya vivió esta experiencia desde el período 2022-2023, pues a pesar de los tropiezos de la pandemia, aquí se logró realizar cada etapa escolar.

Como siempre, desde la alborada de Enero de 1959, la educación abre infinitas posibilidades sin distinciones geográficas o de otra índole. Feliz vuelta a las aulas; que cada escuela sea espacio para el conocimiento y el crecimiento espiritual de la infancia y la juventud, que cada maestro sea guía y los alumnos ávidos discípulos en el camino de conocer el mundo. Bienvenido el tiempo de aprender. Septiembre tiene magia, encanto…, deja huellas.

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