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Jorge Barrameda 6

Las Tunas.- Son numerosas las disciplinas deportivas donde los tuneros han mostrado credenciales a lo largo de su historia. Entre todas, el béisbol y el boxeo figuran como las que más triunfos importantes han aportado. Pero otras no tan mediáticas también gozan de aceptación popular, y en ese grupo se incluye el floreo de lazos, donde un tunero virtuoso brilló en Cuba con luz y personalidad propias.

Esta modalidad, practicada fundamentalmente en entornos rurales, consiste en la destreza que el vaquero exhibe en el manejo del lazo, tanto en tierra como parado sobre la silla de su caballo. Su historia tiene nexos con el origen de la ganadería. De entonces datan las primeras cuerdas conocidas, utilizadas en la captura e inmovilización de grandes animales para castrarlos, curarlos y herrarlos.

JOrge Barrameda 1En el siglo XII ya existían técnicas para enlazar al ganado. Los mongoles y los tártaros recurrían a una soga con una gaza corrediza en un extremo y la fijaban a una vara llamada xara. Luego la colocaban sobre los cuernos o en torno al cuello del animal y ataban la otra punta a la cola de sus cabalgaduras. Así impedían que las reses huyeran. Los árabes adoptaron tal técnica y la llevaron a España.

Los conquistadores españoles la trajeron a América. Nuestros primeros aborígenes, expertos en tejer fibras vegetales y hacer cuerdas, pronto comenzaron a confeccionar sus propios lazos y a crear el arte de arrojarlos con puntería para atrapar a las bestias sin utilizar la xara. Fue en México, tierra de grandes jinetes, donde logró su mayor esplendor con la aparición de los charros.

Jorge Barrameda Morejón fue un auténtico artista del floreo de lazos. Nació en Florida, provincia de Camagüey, el 24 de agosto de 1926. Por allá permaneció hasta 1957, cuando decidió radicarse en la por entonces ciudad de Victoria de las Tunas. Acá demostró dotes de organizador de rodeos, espectáculos que hacían las delicias de un público cautivado por el carisma de este tipo de atracción.

Quienes asistían a esos eventos quedaban admirados por la manera con la que Barrameda floreaba sus lazos, siempre impecablemente vestido de vaquero. Podía maniobrar con cuatro a la vez: uno en cada mano, otro con la boca y el cuarto con una pierna. Entraba y salía de una evolución a otra sin que su cuerpo rozara la cuerda. Sus exhibiciones hicieron época en Cuba y en otros países.

Varios eventos internacionales contaron con su presencia. Con sus lazos mostró su talento en República Dominicana, México y Canadá. Tanta fue la destreza que en 1956 se convirtió en Campeón Mundial de la gustada modalidad, título que retuvo hasta un año después. En el ínterin hizo giras y demostraciones con el Circo Nacional de Cuba, donde devino una de sus principales atracciones.

En 1963, y gracias a su gestión, se fundó en Victoria de las Tunas la primera Feria Agropecuaria, recinto que caló en las preferencias de los tuneros. Luego el lugar fue rebautizado con el nombre de parque 26 de Julio. Sin embargo, para la población, el sitio continúa llamándose, sencillamente, La Feria. Barrameda participó como organizador y ejecutor en todas las de su tipo celebradas en el país desde 1944 hasta su fallecimiento, ocurrido el 18 de marzo de 1993.

Recibió numerosos reconocimientos, el principal de todo el cariño y la admiración del pueblo. Una tarja en la parte delantera de la casa tunera donde vivió perpetúa su memoria. Además, en el año 2006 la Sociedad Cubana de Vaqueros de Rodeo acordó celebrar anualmente el 24 de agosto (fecha de su nacimiento) como el Día del Vaquero Cubano de Rodeo.