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apicultura

Las Tunas.- La Empresa Apícola de Las Tunas prevé la segunda mayor producción en la historia de la provincia con unas 521 toneladas de miel lo que, si bien aún está distante de satisfacer la demanda del mercado, amplía y diversifica la capacidad productora y exportadora de la industria.

Tras un 2022 con las cifras más críticas de los últimos nueve años, en este calendario la mira está en una estrategia perdurable de desarrollo ecológico y sostenible que buscará, ante todo, la comercialización de dos nuevos productos: el polen y la jalea real.

A pesar de las condiciones climatológicas desfavorables, con bajos índices de lluvia, Las Tunas pretende el crecimiento en la obtención de miel y sus derivados como el propóleos y la cera, así como su gradual inserción en el mercado externo y en las tiendas especializadas de ese sector en la red minorista.

Los meses de febrero, octubre, noviembre y diciembre resultan los de mayor impacto en las estadísticas finales de la empresa por los altos niveles de floresta en los campos del territorio, evidencias que obligan a redoblar los esfuerzos de las últimas semanas, principalmente en la creación de colmenas.

Con vistas al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030, la entidad proyecta construir anualmente alrededor de 300 colmenas, por lo que labora en la aprobación de nuevos permisos para productores que puedan garantizar estas cantidades.

La apicultura, con un fuerte potencial de ingresos para la economía cubana, alcanza en suelo tunero unas 465 toneladas como promedio en los últimos cinco almanaques, números halagüeños de cara a las 15 mil que busca la nación antes de la próxima década.