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UBPC Velazco 20 corte de caña

Las Tunas.- Si algún colectivo o productor de caña siente la necesidad de buscar un homólogo digno de ser imitado por sus buenos resultados, en medio de las complicadas y difíciles circunstancias vigentes, le recomiendo, sin temor alguno, la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Velazco 20, de la empresa agroindustrial azucarera Antonio Guiteras.

Nada de secretos ni de casualidades en el surco. Su eficacia tanto en el cultivo como en la cosecha y la producción de alimentos, es resultado del trabajo mancomunado de los asociados, de la organización, atención a las fuerzas y de una junta directiva muy capaz -todos sus miembros poseen instrucción universitaria- que, a la hora de concebir las tareas por realizar, tiene en cuenta las ideas y opiniones del personal bajo su mando.

En tales pilares radica el milagro de alcanzar más de 60 toneladas de caña por hectárea en áreas totalmente de secano y suelos pobres fersialitizados cálcicos, de cumplir los planes de siembra y entrega de materias primas al central, autoabastecerse de viandas y en un elevado porciento de aceite, granos, hortalizas, carne y de hacer firme la crianza de cerdos, ganado ovino caprino, aves de corral y conejos.

 APUNTES PARA RAZONAR

UBPC Velazco 20 tracción animalMas, no siempre el panorama allí fue tan alentador como pinta ahora. El cambio para bien comenzó a partir del 2006, con la llegada del ingeniero agrónomo Omar Alonso Cabrera en función de presidente de la UBPC.

Con su sapiencia y estilo de trabajo orientado al detalle y los oídos puestos a ras de surco para conocer mejor las acciones, conductas y pensamientos de los obreros, pudo transmitir energías positivas a su entorno y proyectar un liderazgo, a partir del ejemplo personal y la toma de adecuadas decisiones, que incentivaron al colectivo laboral y sus familiares a trabajar, de manera entusiasta y decidida, por la recuperación total de las plantaciones cañeras en la zona de La Guanaja o Velazco 20, del municipio de Puerto Padre.

Tanto es así que hoy, 17 años después anuncian, con orgullo y satisfacción, que las 859,9 hectáreas dedicadas al cultivo ya están cubiertas por saludables plantaciones que, en la zafra anterior, promediaron a 63 toneladas, resultados que pudieran reeditar en la actual porque ya cuantifican 61, en las áreas hasta ahora cosechadas.

Quienes conocen de caña, saben que nada fácil resulta mantener ese rendimiento en suelos de mediana calidad, sin regadío alguno y bañado de vez en cuando por la lluvia, a lo sumo unos 700 milímetros por año.

Pero Omar y quienes lo apoyan han podido amortiguar el golpe derivado de esas limitaciones, haciendo valer el concepto de que la caña agradece, compensa y responde positivamente al trabajo y esfuerzo que se le dedique.

Tal vez por eso no regatean horas ni día. Mientras haya algo que hacerles a los plantones allí están. No importa si es bajo el ardiente sol del mediodía o de media tarde. En consecuencia, el cultivo marcha detrás del corte, se cumplen la siembra y la resiembra, más del 90 por ciento del área permanece sin hierba y sobre el 95 con una población compacta.

Por supuesto que toda esa energía y entrega tiene conexión directa con los altos y sostenidos rendimientos agrícolas y también con la producción de alimentos, cuyo aporte da para autoabastecerse de viandas y en un elevado porciento de granos, hortaliza, aceite y carne.

El año pasado, por ejemplo, acopiaron 90 toneladas de esos renglones con destino a los comedores obreros y venta a los trabajadores, mientras le extrajeron al ajonjolí cerca de 400 litros de aceite, cantidad que esperan multiplicar en el presente calendario. 

                                         REFERENTE NACIONAL Y UNIDAD ESCUELA

No son, sin embargo, esos los únicos elementos que acrecientan el prestigio y dan mayor mérito al quehacer de los 78 asociados de la cooperativa. Así, pues, durante los últimos nueve años de la jefatura de Omar, en dos de ellos la unidad ganó el trofeo de bronce (de 50 a 60 tonelada por hectárea), en cinco el de plata (de 60 a 70) y en uno -2015- el premio de oro (más de 70).

Mayor fue la alegría de quienes siembran, atienden, cuidan y garantizan que esa caña llegue al central Antonio Guiteras, cuando la UBPC fue distinguida con la Condición de Vanguardia Nacional y Unidad de Referencia para todo el sistema de Azcuba.Omar Alonso sombrero presidente de la UBPC Velazco 20 con el jefe de corte

Mientras, el Ministerio de la Agricultura la denominó como centro docente, no solo por los éxitos alcanzados en la actividad agropecuaria, sino por la profundidad, calidad y alcance del programa de desarrollo hasta el 2030, presentado ante el país por Alonso Cabrera, quien dice estar abierto para recibir y compartir puntos de vista con los representantes de las unidades que allí acudan en busca de experiencia.

“Nosotros estamos muy contentos con lo que vamos logrando, porque estos avances en la producción se ven reflejados en la economía empresarial y en los bolsillos de los trabajadores. Baste decir que cerramos el balance económico del año pasado con una ganancia de cinco millones 600 mil pesos y se distribuyeron en utilidades cuatro millones 500 mil. O sea, que entre el salario mensual y la ganancia repartida cada trabajador devengó como promedio, más de 90 mil pesos”, precisa Jaime Reyes Morales, segundo al mando y jefe de Producción en la cooperativa.

Lo cierto es que esos reconocimientos ponen por las nubes el sentido de pertenencia y devienen especial motivación para que la “Velazco 20” continúe siendo el ejemplo que anime a otros productores de la provincia y fuera de sus fronteras a seguir sus pasos.

Ojalá y tanta sabiduría, experiencia y resultados no se desaprovechen, ya sea por dejadez o autosuficiencia de quienes creen saberlo todo.