Las Tunas.- La rehabilitación de presas con limitaciones en la capacidad de llenado como fuentes de abasto de agua potable y segura, el completamiento de los equipos de bombeo, así como el montaje y la transformación de la matriz energética, conforman las estrategias ineludibles de desarrollo hidráulico en la provincia de Las Tunas a corto plazo.

Tras un 2023 con deficiencias en el suministro a la población, la agricultura y otros servicios, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en el territorio trabajan en el completamiento de las redes y la mejora en la calidad del líquido con el tratamiento a los 23 embalses que administran en los ocho municipios.

Mirtha García Rojas, delegada del INRH en Las Tunas, refirió en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que las mejoras en la infraestructura aún no satisfacen las necesidades de los clientes, sin embargo, desde enero del anterior calendario hasta la fecha, se beneficiaron más de cuatro mil 200 habitantes con la perforación de pozos y la conexión de nuevas fuentes.

En los barrios en transformación, agregó García Rojas, ejecutamos la instalación de conductoras y de redes de alcantarillado, como es el caso de Palancón, en el municipio cabecera, y de la comunidad de Bazarales, en Puerto Padre, con la habilitación de puntos de acceso.

Por medio del traslado en carros cisterna o pipas, como también se les conoce, en la actualidad se llega a unas 500 zonas con cerca de 130 mil habitantes, con ciclos que en ocasiones superan las tres semanas; situación compleja que pretenden revertir con la culminación y ampliación moderada de las redes y cuencas.

De los 144 equipos que se le asignaron a Las Tunas para el cambio de la matriz energética en estaciones de bombeo, hasta la primera semana de febrero se instalaron 112; el cumplimiento del plan durante el primer semestre del presente año permitirá ahorrar al Sistema Electroenergético Nacional más de 73 mil kilowatts, el equivalente a unos 261 mil 800 pesos cada año.

Entre las prioridades de la provincia en el uso racional de los recursos hídricos hasta el 2030, destacan también el control del riego agrícola, la sustitución de obsoletos equipamientos y la recuperación y tratamiento de fuentes con potencial para las diversas actividades económicas y sociales en el Balcón del Oriente Cubano. (ACN)