Las Tunas.- Durante tres años de implementación en el sur de Las Tunas, el Proyecto Incremento de la resiliencia de hogares y comunidades rurales vulnerables a través de la rehabilitación de paisajes agroforestales productivos (IRES) erradicó hasta la fecha más de dos mil 140 hectáreas (ha) de marabú y permitió el asesoramiento técnico y de capacitación a los productores beneficiados.

De carácter ambientalista, IRES se afianza en los municipios de Jobabo, Colombia y Amancio, con énfasis en el aumento de la producción agrícola de forma sostenida y resiliente, dirigido a garantizar la seguridad alimentaria y transformar los escenarios sensibles al cambio climático.

Yoandry Gras Sianca, coordinador del Proyecto en la provincia, refirió en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que se prevé el desbroce de unas 17 mil ha de marabú hasta el 2027, así como mitigar el efecto de otras especies exóticas invasoras e incrementar la preparación y explotación de los suelos de sistemas agroforestales y silvopastoriles en 652 fincas.

Se cultivaron más de 860 toneladas (t) de alimentos, a partir también de la creación de la unidad empresarial de base (UEB) Servicios Técnicos Integrales en la localidad de La Anacaona, perteneciente a la Empresa Agroforestal de Las Tunas, para garantizar maquinarias, asesoramiento logístico y el mantenimiento y la reparación de las herramientas en las áreas de intervención, agregó el especialista.

La gestación de IRES permite la capacitación a unas dos mil personas de manera directa e indirecta desde el fortalecimiento de estudios agrícolas, la implementación de programas de desarrollo local y el cumplimiento de seis módulos que protegen el patrimonio agroforestal desde una amplia variedad de bosques maderables, frutales y cultivos varios.

IRES invierte a la vez en el uso de tecnologías modernas para las labores agrícolas, con la entrega de insumos y equipos como tractores, motosierras, maquinarias, sembradoras de tracción animal, arados, desbrozadoras y módulos logísticos compuestos por carretillas, rastrillos, palas y otros materiales.

Financiado por el Fondo Verde del Clima y representado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y en Cuba a través del Ministerio de la Agricultura (Minag), el programa de IRES incluye la reducción gradual de las emisiones por silvicultura, ganadería y uso del suelo.

Aunque el Proyecto se aprobó para un plazo de siete años, su impacto en las transformaciones rurales se estima por más de dos décadas, y pretende, entre sus efectos más considerables sobre el ecosistema, la captación de dos millones 675 mil t de dióxido de carbono.