
Jobabo, Las Tunas.- “No somos ni más ni menos, somos iguales”, dijo con evidente determinación Yadis Daniela Corrales Torres cuando le hicimos notar la preeminencia de las muchachas sobre los varones entre los estudiantes de Veterinaria, en una sociedad científica del instituto politécnico agropecuario (IPA) Manifiesto de Montecristi, de este municipio al sur tunero. Su seguridad sería la mejor muestra de que no ha decaído el impulso investigativo y renovador notado por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando visitó el centro hace cuatro meses.
Fueron ejecutados los dos pozos prometidos en presencia del presidente para el suministro estable de agua a las áreas cultivadas de la escuela, confirmó Víctor Torres Peña, subdirector de Formación Profesional y Laboral en el IPA jobabense. Ahora, añadió, transitan por el proceso de instalación de los equipos para el riego del que ya disponían, así como del tendido eléctrico. “Eso nos garantizará el agua a las 22 hectáreas, en las que tenemos yuca, plátano, boniato, pepino y maíz”, comentó.
La garantía del preciado líquido es solo el impulso para más, destacó Torres Peña, pues se enfrascan en la conclusión de la fosa que posibilitará aprovechar en todas sus potencialidades la clínica veterinaria y terminar el laboratorio de suelos. “Es la obra número 100 por el centenario del cumpleaños de Fidel”, acotó. “Todas ellas, subrayó, están en función del área productiva; pero, sobre todo, de la formación profesional de los estudiantes, porque se benefician las especialidades priorizadas en las ramas agropecuarias: Agronomía, Zootecnia Veterinaria y Mecanización”.
APRENDER HACIENDO
En la sociedad científica Proyectos Agroindustriales no solo están las muchachas de Veterinaria como Yadis. Allí confluyen prácticamente todas las especialidades que se cursan en la institución, en una interesante articulación de saberes.
Por eso, las obras que se acometen son buenas noticias también para una joven que, con su particular “manifiesto” de esa equidad de género que desearíamos ver más, mostró con visible orgullo sus habilidades administrando medicamentos a unos cachorros caninos. “Tenemos para desparasitar, aportarles vitaminas para su sistema inmunológico”, precisó.
En sus sensaciones estudiando en el “Manifiesto de Montecristi” ella fue igualmente clara: “Estamos muy contentos, felices de estar aquí, porque sabemos que nos enseñan, que los profesores se sacrifican para darnos sus conocimientos, y eso vale mucho para mí; estoy muy agradecida”.

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