
Las Tunas.- La preparación del pueblo ante la posible ocurrencia de una invasión armada es determinante y para ello se deben imbricar varios factores, que incluyen desde los ejercicios prácticos hasta la garantía de los servicios básicos durante el período de crisis y las acciones de desgaste sistemático del enemigo.
Con ese propósito se realizó el Día Territorial de la Defensa en la comunidad de Omaja, perteneciente al municipio de Majibacoa, con la presencia del presidente del Consejo de Defensa Provincial, Osbel Lorenzo Rodríguez, y la vicepresidenta de ese órgano, Yelenis Tornet Menéndez.
La jornada comenzó con una amplia información sobre la zona, que incluye los asentamientos de Las Coloradas, El Tablón, Nigua y Montería. Omaja tiene una población ascendente a tres mil 321 habitantes, así como escuelas, instituciones de Salud y centros de producción y servicios.
Luego, los presentes apreciaron cómo se preparan los grupos y subgrupos para garantizar la atención a la población en situaciones de guerra, lo que se logra con una planificación efectiva desde tiempo de paz y el aprovechamiento del tiempo, a juicio de Lorenzo Rodríguez.
En el hogar de ancianos Rafael Morell Oppow, el dirigente dialogó con el colectivo de trabajadores y conoció algunas medidas para proteger a los abuelos en situaciones excepcionales, así como trasladarlos a lugares seguros en caso de una agresión armada u otras circunstancias.
También visitó la panadería de la localidad y apreció las alternativas que aplican para elaborar el pan de la canasta básica, a pesar de la situación electroenergética que tiene el país. En ese escenario, reflexionó sobre la producción de alimentos y cuánto más se puede hacer para satisfacer la demanda de la población, por ejemplo, el uso de la yuca para diferentes surtidos.
A propósito, dijo que aunque los suelos sean malos, urge incrementar la siembra del tubérculo y otras viandas, así como la crianza de gallinas semirrústicas, carneros y cabras, lo que podría dar estabilidad a las producciones, aliviar a la población y favorecer la vida cotidiana. Acotó que en esa actividad hay que ir a una batalla de verdad, con más acciones y participación.

Desde el punto de vista práctico, en la jornada sabatina se hicieron ejercicios y demostraciones de tiro, lanzamiento de granadas y arme y desarme de fusiles para elevar la capacidad combativa del pueblo, ante una posible agresión militar.
Sobre el tema, Lorenzo Rodríguez aseguró que el Día de la Defensa es para prepararse y definir cómo se actuará. Por eso, precisó, hay que tratar de que la jornada se parezca más a la guerra real porque algunas cosas no pueden esperar a mañana. Y este es uno de los momentos más tensos de la Revolución.





