
Las Tunas.- Llegar a la finca El Esfuerzo, en la comunidad de Laguna Blanca, municipio de Jesús Menéndez, te hace sentir que, si el trabajo duro se combina en la vida con una familia sólida, nada puede desplomarte del todo.
Fuimos hasta allá porque sabemos que desde hace mucho son pioneros en las prácticas amigables con el ambiente y estaban en medio de los trabajos para la instalación del primer aerogenerador del que dispone el norte tunero, algo que cobra protagonismo mayor ante el complejo panorama energético que pervive en Cuba.
Entre ellos todo es cosa de familia, por eso delegaron en el mayor de los hijos, Rafael Alberto Santana, la tarea de describir a 26 la buena nueva de las labores con una amplia sonrisa y seguros de que en su voz permanece el esfuerzo de todos.
"Está acabadito de poner, te puedo decir que anda dando sus primeras vueltas en el aire y no ha parado. Es un aerogenerador que llegó acá a través de un proyecto de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar), y tiene una capacidad de generación de electricidad de 5 kilowatts por hora, una cifra superior a la que consumimos, por lo que estamos esperando la instalación de un contador inteligente que nos permita aportar corriente desde aquí al Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

"Es un respaldo importante para favorecer la producción de queso de cabra y sus derivados, una minindustria que mantenemos desde hace varios años y con la que apoyamos la alimentación de los niños del municipio intolerantes a la lactosa.
"Con esto de los apagones se nos ha echado a perder buena carga de queso, y ahora eso va quedando resuelto; la verdad es que la electricidad ha sido la principal causa de afectaciones en nuestras producciones".
Y no solo eso; de la mano de Cubasolar a la finca llegaron ahora moldes y prensas para la producción de queso, y máquinas para lograr mantequilla de leche de cabra.
Tampoco es esta la primera vez que se involucran en los aciertos de la energía renovable. Desde hace más de siete años funciona entre ellos un biodigestor para la pasterización de la leche y tienen los paneles solares activos para garantizar el sistema de riego.

Por supuesto que hablamos también de Melissa, el poderoso huracán que marcando el cierre de este octubre les dañó sembrados (sobre todo las 2 hectáreas de maíz que tenían en el bajo de la finca y el frijol), y del que otras producciones salieron más airosas.
Aguantó los vientos el joven aerogenerador, que no paraba de girar con fuerza en esa madrugada y las primeras horas de la mañana, como aviso de mejores tiempos.
Todavía estaban ajustando detalles cuando 26 llegó por allá. Apenas habían logrado cargar los celulares y dormir con el ruido bendito de los ventiladores toda la noche; pero ya alistaban las baterías esa mañana y las ganas de producir lucían renovadas, porque, además de hacer más llevadera la existencia en el campo, el “aparato” les confirma el acierto del éxito cuando el trabajo es firme, constante, de familia.