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puercosFoto: Reynaldo López Peña.

Las Tunas.- La venta de cinco libras de carne de cerdo a cada núcleo familiar, mediante la red de Comercio Minorista, comenzó en esta ciudad, una acción que los citadinos aplauden y en la que la Empresa Porcina de la provincia trabaja para que sea sostenible.

Con ello, el expendio de carne por la vía estatal a través de las bodegas es más justa, a un precio módico y diferenciado, según la parte del cerdo despachada; así se les da un tiro de gracia a los coleros y disminuye la posibilidad de contagio con la Covid-19, que puede generar la excesiva aglomeración de personas.

"Para garantizar ese propósito comenzamos a establecer convenios con distintas entidades del territorio, como Tecnoazúcar, la Pesca y Lácteos, a las cuales les garantizamos cerdos pequeños para su desarrollo y posterior sacrificio", explicó a la Agencia Cubana de Noticias, Idalexis Peña Hechavarría, director de Porcino.

"Cuando los animales son sacrificados -subrayó el joven directivo- esas empresas nos entregan la carne prevista en el convenio, además de desechos de alimentos como suero derivado de la leche, Saccharomyces, miel proteica, ensilado y lo que se deriva de la pesca, como materia prima para la fabricación de piensos.

"Este encadenamiento -amplió- favorecerá la disminución del costo de la producción, pues en febrero, por ejemplo, la empresa tuvo pérdidas de 6,7 millones de pesos, con la conversión de pesos cubanos en divisa, por el costo elevado de la soya y el maíz importados.

"Aunque es insuficiente, ya tenemos 15 hectáreas sembradas de yuca para la alimentación de los cerdos en la unidad empresarial de base El Bleo, municipio de Majibacoa, que es el principal centro de la empresa y en el cual se aspira a llegar a 10 mil cabezas para la ceba.

"El otro centro que decide el futuro de la producción porcina, en Las Tunas, es el Integral Porcino del municipio de Jesús Menéndez -muy afectado por el huracán Ike en el 2008-, que tiene proyectado acoger seis mil animales también destinados a la ceba.

"La Empresa Porcina de la provincia realiza un recorrido por cada municipio, con el fin de que se entreguen tierras a sus unidades en esos territorios, para luego facilitarles los reproductores que sentarán las bases de la crianza.

"Con estos propósitos y la creación de los módulos pecuarios, se pretende hacer algo similar a la iniciativa de esta ciudad, de vender carne de cerdo de manera controlada a los núcleos familiares en el principal macizo urbano de cada municipio".

Peña Hechavarría significó que el esfuerzo al que están sometidos responde a la necesidad de buscar mayor contenido a los 140 trabajadores y, por ende, un aporte económico superior, pues la principal fuente de carne provenía de los convenios porcinos con los particulares, y ahora se encuentran al 50 por ciento.