Las Tunas.- Utilizar mejor el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación en la producción de alimentos continúa estando en la prioridad del sistema de trabajo. Precisamente, esa es la impronta que hoy tienen los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), de la Agricultura y la Industria Alimentaria, a fin de garantizar un desarrollo agropecuario, cuestión que debe concretarse en el incremento de la producción de alimentos y ha de medirse periódicamente.

En el más reciente encuentro del Grupo Territorial de Trabajo, integrado por entidades de estos ministerios en Las Tunas, la Empresa Pesquera (Pescatún) de la provincia mostró los resultados que ya consolida en cuanto al encadenamiento productivo. La base es implementar un Sistema Integrado de Gestión del Conocimiento para el desarrollo sostenible a nivel local, tomando como base los sistemas de innovación, asistencia técnica y extensión agraria.

Durante la presentación, el máster en Ciencias Adalberto Leyva Segura, director de Operaciones en Pescatún, enunció las principales proyecciones de la empresa con vistas al año 2030, en las que sobresalen “alcanzar cerca de tres mil 900 toneladas en la acuicultura y más de mil 600 en la plataforma marina, destinar a la exportación el cinco por ciento de las capturas en fluviales y el dos de las capturas de la plataforma, y lograr abastecer con ocho kilogramos per cápita a los tuneros en pos de la soberanía alimentaria”.

En correspondencia con el encadenamiento productivo, Leyva Segura enfatizó en los vínculos con las empresas Avícola, Porcina y la unidad empresarial de base (UEB) Tecnoazúcar, con las cuales comercializa varios de sus productos para la alimentación animal, y a la vez expuso el tratamiento que dan a sus residuos, como la concha del ostión, excelente nutriente para la elaboración de pienso animal.

La iniciativa, al decir de la delegada del Citma, Gisela Olano Felipe, “no es una tarea fácil, pero tampoco imposible, pues significa también cambiar maneras de hacer arraigadas por muchos años y adecuarse al contexto actual con los cambios de la naturaleza, porque hoy estamos llamados a una agricultura climáticamente inteligente”.

De igual manera, acentuó la delegada, “es necesario el trabajo con los medios de comunicación en el Programa Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, estos desempeñan un papel ponderante para instruir a la población en cuanto a la educación alimentaria y nutricional. Buscamos la movilización de sistemas educacionales, de la cultura y la comunicación social.

“Este trabajo comunicacional potencia la capacidad de la nación para producir alimentos de forma sostenible y garantizar a toda la población una alimentación diversa, balanceada, nutritiva, inocua y saludable, reduciendo la dependencia de actores e insumos externos, con respeto a la diversidad cultural y responsabilidad ambiental”, añadió.

A este criterio se suma Gerardo González Quesada, jefe del Departamento de Ciencia y Desarrollo en la Delegación Provincial de la Agricultura, quien esboza “que con el objetivo de seguir avanzando con la ciencia y cerrando ciclos del proceso productivo, es importante analizar qué es lo que podemos hacer en función del encadenamiento.

“La unidad de acción entre las diferentes empresas para que de conjunto la sociedad avance, se desarrolle y tengamos mejor calidad de vida, tiene que ser la premisa de estos tiempos”, afirmó González Quesada.

Hay que poner en función cuanto sea posible en el territorio para rescatar la economía y la producción de alimentos. Aprovechar todos los conocimientos y fortalecer nuestras reservas internas desde la gestión del conocimiento, la innovación, la ciencia y la tecnología, en permanente intercambio con los campesinos y los productores, permitirá producir más, desde los recursos locales, y lograr de una vez y para siempre el tan necesario encadenamiento productivo.