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Las Tunas.- Quizás nunca antes fue una mejor idea dejar de consumir tabaco. La Covid-19 es una buena razón para dar ese importante paso, y romper las cadenas que atan a millones de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud son ellas más vulnerables, pues ese acto “supone arrimar los dedos a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca”.

Fumar deteriora los mecanismos de defensa del sistema respiratorio, fragmenta su inmunidad y disminuye la capacidad de respuesta ante el virus SARS-CoV-2, además de facilitar su entrada al organismo. El peligro es aún mayor si a todo esto le sumamos que la persona ya padezca otras patologías, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y padecimientos coronarios, provocadas por el tabaquismo.

“Cuando el fumador contrae la Covid-19 hay más riesgo de complicaciones e, incluso, de fallecer. Ese organismo no tiene la capacidad para responder ante el nuevo coronavirus, y aunque muchas veces no conduce a la muerte, deja secuelas. Todos debemos protegernos, pero los fumadores aún más”, expone Xiomara Mercantete Rodríguez, coordinadora del Programa de Prevención del Tabaquismo en Las Tunas.

“Hay que recordar que el tabaquismo es una enfermedad, por tanto, serían dos padecimientos en un mismo organismo. El llamado es a tener una actitud cívico responsable y comprender que como seres humanos debemos cuidarnos a nosotros mismos y no esperar a que otro lo haga".

El humo del tabaco, explica, también perjudica a quienes están al lado del fumador activo, convirtiéndolos en fumadores pasivos. Contiene más de cuatro mil componentes, entre estos, la nicotina que es causante de la fuerte dependencia fisiológica. También se asocia a otras consecuencias adictivas relacionadas con el comportamiento del individuo y factores de tipo social.

Algunos estudios refieren que permanece en la ropa, muebles, mesas, alfombras por un largo período, dañando principalmente a la población infantil.

“Muchas personas refieren que fuman para sentirse bien, alegre; pero en realidad están afectando distintos órganos hasta llegar a padecer enfermedades que ponen en peligro la vida, sobre todo, las oncológicas”.

PROGRAMA A FAVOR DE LA VIDA

El Programa Nacional de Prevención y Lucha contra el Tabaquismo funciona en el país y no solo incluye la deshabituación tabáquica, sino además, la declaración de departamentos e instituciones libres de humo. “En las áreas de Salud de la provincia existen consultas de cesación tabáquica y aquellos que deseen incorporarse pueden acercarse a su policlínico y preguntar qué día sesiona.

“El servicio lo brinda un equipo multidisciplinario, integrado por psicólogos, rehabilitador físico y especialista en Medicina Natural y Tradicional (MNT). También hacemos actividades educativas e investigaciones respecto al tema, lo que nos da la posibilidad de adoptar estrategias a favor del Programa.

La especialista comentó que no está permitido fumar dentro de los centros laborales, y así consta en la legislación. La Resolución 360 del Ministro de Salud Pública, por ejemplo, lo prohíbe en las instalaciones sanitarias, la número cuatro de la Ministra de Educación en las instituciones educacionales, y la de la Aeronáutica Civil lo impide en los aeropuertos, entre otras.

Abandonar esta adicción depende de la voluntad de las personas. No es un camino sencillo, pero no imposible, así lo afirma la psicóloga Mercantete Rodríguez. “Hay personas que necesitan de ayuda psicológica, de la MNT, pero hay que pensar que cuando usted deja de hacerlo gana vida”.

Es importante valorar las ganancias desde lo personal y también lo social. No existe ninguna parte de nuestro cuerpo que quede libre de los perjuicios que ocasiona el cigarro. Al dejarlo se evitan enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, padecimientos coronarios, arteriosclerosis y tantas otras dañinas para la salud.

“Siempre me ha gustado trabajar en este Programa, aun cuando no te da toda la dicha. Para mí la satisfacción sería que las personas dejen de fumar, y, sobre todo, que los adolescentes no se inicien; pero no nos cansamos”. Es el sueño de esta psicóloga y también de quienes la acompañan en el noble propósito.

En este Día Mundial sin Tabaco vale la pena reflexionar y, como reza el lema del actual año, “comprometerse a dejar de fumar”.