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Las Tunas.- Una vez más, las manos campesinas llegan hasta el Hospital Pediátrico de Las Tunas para brindar solidaridad y amor a los infantes que permanecen allí. Yordanis Montejo Vargas, presidente de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Carlos Manuel de Céspedes, vino por tercera vez a esta instalación de Salud y no solo arribó cargado de esperanzas, allí donó un toro de más de 620 libras para la alimentación de los ingresados.

“No es casualidad que vuelva a traerles alimentos. Para los cubanos el tesoro más preciado está en los niños y hoy se hace necesario que desde el campesinado se enfrente también esta pandemia con más producción, y aquí estamos”, manifestó Montejo.

Los agradecidos allí no solo son los príncipes enanos y las familias que confían en la salud cubana, también lo hacen quienes laboran en esa institución sanitaria. Luzberto Toledano Montoya, subdirector administrativo del Pediátrico, enuncia que “el vacuno dará la posibilidad de mejorar aún más la dieta de los pequeñines y se aprovecharán partes importantes del animal que inciden directamente en su correcta nutrición”.donativo campesinos 4

En oportunidades anteriores, Yordanis ha llegado a este hospital, la más reciente con dos quintales de arroz, 500 mazorcas de maíz, dos quintales de mango y tres cerdos que pesaron en su conjunto más de 550 libras.

DESDE BECERRA OTROS CAMPESINOS SE SUMAN

Recientemente, en el poblado de Becerra, ubicado en el municipio capital, se terminó con éxito la campaña de vacunación y este fue motivo más que suficiente para que los campesinos de la CCS Calixto Sarduy agradecieran al personal de Salud de una manera diferente.

donativo campesinos 5Manteniendo un estricto cumplimiento de las medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus, a todos los que trabajaron en ese proceso, la cooperativa les hizo una actividad con platos representativos de comidas tradicionales y les entregaron un módulo con productos cosechados en sus fincas, que incluía viandas, dulces, frutas, granos, proteínas y otros.

“Estamos muy agradecidos de ellos, de Salud y la ciencia cubana”, dijo Reydenis González Céspedes, presidente de la “Calixto Sarduy”. En estos momentos su trinchera es la producción de alimentos y desde ahí contribuyen a enfrentar el virus. “También es tiempo de acatar todas las medidas, ser disciplinado y responsables para contribuir con la efectividad de esas vacunas salvadoras que nos han puesto en los hombros”, reiteró el campesino.