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Las Tunas.- Los terrenos de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Ramón Naranjo, de la comunidad de Monte Grande, en el municipio de Majibacoa, solo reciben el agua que cae del cielo y las lluvias son tan pocas que no hay más remedio que buscar alternativas para garantizar las producciones.

Esta es una unidad cañera en la mayoría de sus tierras, pero también diversificaron sus cultivos con viandas y granos, fundamentalmente. Sin embargo, poco a poco fue disminuyendo la relación entre hectáreas y toneladas, según Jorge del Monte Rodríguez, investigador y asociado a la CPA.

“Los rendimientos en la parte cañera y la agrícola no son los mejores, porque los suelos han ido perdiendo sus nutrientes. Se pasan el año entero bajo la incidencia de los rayos solares, más la intensa sequía y los eventos extremos, por lo que se han ido desnudando”.productor frijol
Ante esa situación objetiva y por la necesidad de producir alimentos, se decidió aprovechar los beneficios de dos leguminosas, teniendo en cuenta que esas variedades dan un significativo mejoramiento al suelo, pues son fijadoras de nitrógeno.

descargaCanavalia.“Se trata de la canavalia y la mucuna negra, especies que toleran la sombra, son rústicas y funcionan bien en el intercalamiento con otros cultivos. Por la experiencia que hemos tenido, creo que el futuro de la agricultura tendrá que ser necesariamente con el uso de estas plantas.

“En el plátano burro plantamos la canavalia, la que cubre rápido el suelo y comienza a mejorarlo. De manera natural se seca entre los 170 y 180 días y deja una cobertura de paja en el suelo, por lo que hay un ahorro de mano de obra y disminuye el trabajo intensivo a la tierra, otra de las causas que la deterioran.

“La mucuna negra es trepadora y la intercalamos con el maíz, uno de los cultivos que mejor se le asocia. Cuando va creciendo hay que ir bajando manualmente la punta de las ramas hasta que el maíz se va por encima y al poco tiempo ya cubre completamente la tierra”.

Mucuna negraMucuna negra.Luego de la aplicación de esas técnicas agroecológicas, los cooperativistas de la “Ramón Naranjo” andan contentos y no es para menos, pues han visto que las propiedades fisicoquímicas del suelo mejoran sustancialmente, el terreno guarda humedad, no tiene malezas y puede volver a cultivarse con prontitud.

Además, según Del Monte Rodríguez, en el momento de las cosechas los productos son más vigorosos, con mayor rendimiento por hectárea. Por eso extienden esas prácticas a un jardín de variedades en el cultivo de la caña, para la obtención de semillas.

“Estamos estudiando la canavalia puesto que la mucuna se enredaría mucho en las plantaciones de caña. Ahora las unidades no tienen semillas de variedades certificadas y plantamos lo que aparece; pero no poseemos ninguna garantía de calidad.

“Todavía no tenemos resultados concretos. No obstante, ya estamos obteniendo una simiente más vigorosa y competitiva de la variedad Cuba-266 y la idea en el futuro inmediato es seguir las investigaciones en otras áreas hasta llegar a las conclusiones que esperamos”.

En la provincia de Las Tunas, con suelos regulares y malos en casi todo el territorio, dan especial atención a la Agroecología, una actividad impulsada tanto por las unidades productoras como por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).

“Nosotros tratamos de producir cuidando el medio ambiente, con ciencia y la experiencia de los campesinos. Por eso sembramos de acuerdo con las fases de la luna y usamos equipos como la matraca, para proteger la tierra, además de la tracción animal”.

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