ltu vs pinar 2017 beisbol 00331Las Tunas.- La alegría por estar de vuelta en los terrenos de béisbol es el sentimiento más palpable ahora mismo en el estadio Julio Antonio Mella, donde encendió los motores esta semana la versión 4.0 de los Leñadores de Pablo Alberto Civil.

En su cuarto año al frente del elenco verdirrojo, y luego de tres podios consecutivos que incluyen un título desde todo punto de vista histórico, el timonel tunero se dedica a observar con cierta calma el ajetreo de decenas de jugadores y técnicos. Su aparente sosiego es en realidad confianza total en el grupo de entrenadores con el que cuenta para arrancar en la mejor forma posible el próximo 12 de septiembre.

En opinión del capitán del equipo, el internacional Yosvani Alarcón, se trata de uno de los mejores cuerpos de dirección del país. “Los resultados hablan solos”, valora el receptor de la Selección Nacional, quien asegura que “con los ojos cerrados podemos salir a hacer el trabajo que nos piden y tener fe en el resultado posterior”.

No es casual entonces que el ambiente sea tan distendido en la siempre dura primera semana de entrenamientos. Los más de 40 peloteros que aspiran a hacer el grado a la Serie 60 parecen un puñado de muchachos con juguete nuevo.

“En estos cuatro meses de inactividad, que no podíamos entrenar, ni siquiera entrar al terreno, algunos atletas se nos acercaban y nos decían: ‘los extrañamos, les echamos de menos a su voz, a sus regaños, sus sugerencias… extrañamos a un entrenador que nos pelee y nos obligue a trabajar”, revela Civil con satisfacción.

“Estamos bien contentos de estar de regreso en el terreno. Esta situación con la Covid-19 que está enfrentando el mundo nos ha afectado a todos, porque estamos acostumbrados a jugar todo el año y después de tanto tiempo inactivos, los deseos de regresar eran muy grandes”, continúa Alarcón.

“Fíjate si es así, que el exceso de ganas nos ha jugado una mala pasada, porque entramos muy fuerte muchos de nosotros y la verdad es que no teníamos la capacidad óptima para eso: a algunos nos ha dado un poco de mareo, de debilidad, pero ya hemos hablado con los entrenadores y estamos cogiendo el ritmo poco a poco”.

A pesar de su condición de jugador estelar, es Yosvani uno de los más entusiastas en este regreso. Mirándole, le pregunto a Civil si es este un equipo que disfruta incluso los entrenamientos.

“Sin dudas”, responde. “Existe muy buen ambiente en el grupo y creo que se debe a la confianza que tenemos, respaldada por los resultados. Detrás de todo eso hay muchas horas de labor del cuerpo técnico, ese trabajo de mesa que nos ha permitido conocer a nuestro equipo antes de conocer a los rivales, y que nos ha dado un gran resultado.

“De manera que sí, existe una confianza profunda desde el punto de vista de lo que podemos hacer, nunca confiados a la hora de enfrentar al rival, porque sabemos que todos se preparan bien, pero sí con mucha fe en nuestras posibilidades cuando comience el campeonato”.

NO TODO ES COLOR DE ROSAS

Más allá de la primera impresión, el diálogo con los entrenadores revela grandes retos y ciertas deudas que deberán ser saldadas de inmediato.

Pablo Civil nos cuenta cómo, a pesar de que se mantuvo cierto control sobre la actividad de cada atleta a lo largo de estos cuatro meses de receso, el estado físico no es el idóneo y mientras algunos están pasados de peso, otros andan por debajo.

Sin embargo, el mentor tunero dice no estar preocupado. “Hemos realizado varias reuniones para concebir un plan de entrenamiento de solo seis semanas que sea eficaz, teniendo en cuenta que este equipo entrenaba habitualmente al menos 12 semanas para 45 partidos y que ahora tendremos menos de la mitad del tiempo para una serie de 75 juegos. Por todas estas razones, ellos saben que tienen que duplicar los esfuerzos.

“Lo bueno es que, como te decía, hemos observado un estado de ánimo muy positivo, desde el punto de vista de las sensaciones estamos muy optimistas. Ellos saben el compromiso que tenemos con el pueblo, con la familia, con la provincia y con los mismos resultados que hemos conseguido estos años. Así que estamos enfocados en lo que queremos todos: clasificar entre los ocho en un primer momento y luego ir por la corona nuevamente.

Para cumplir esas metas, los Leñadores tendrán que hacer sonar el madero como tantas veces en los últimos tiempos. La ofensiva sigue siendo seña de identidad, aunque ahora sea un elenco mucho más depurado en el orden táctico, que depende menos de los batazos de largo alcance para fabricar carreras.

Eso piensa Abeysi Pantoja, responsable del ataque tunero en la era Civil y uno de los mejores entrenadores de la ofensiva en el país. “Ya comenzamos un trabajo de bateo de bolas movidas lanzadas que debe preparar a los muchachos para entrar a la competencia con el nivel de calidad suficiente, de manera que en esos primeros 12 juegos fuera de casa haya una buena respuesta, hasta que poco a poco obtengamos la forma deportiva. Además, vamos a mantener los volúmenes durante cinco o seis semanas dentro de la competencia, de manera que nos permitan completar a buen ritmo la etapa clasificatoria y entrar fuerte a los play off.

“Nosotros tenemos la ventaja de ser un equipo ya maduro, con varios atletas experimentados. Con ellos hemos dialogado y nos hemos puesto de acuerdo para hacer un trabajo más específico, pues tienen ya una maestría adquirida y saben la cantidad de repeticiones necesarias para estar en buena forma”.

Pero, si los más experimentados siguen siendo la columna vertebral de los Leñadores, resulta innegable que una camada de jóvenes se asoma ya en busca de protagonismo. Y entre ellos destaca el prometedor Osmani Urrutia Jr., quien por estos días disfruta del privilegio de ser entrenado nada menos que por su ilustre padre.

“Hace tiempo que no veía la juventud con tanto talento que tenemos ahora, la mayoría conoce a nuestros bateadores, muchachos con gran futuro como Osmani Urrutia, pero hay lanzadores jóvenes que van a dar que hablar. Creo que la combinación de nuestra experiencia, la disposición que tenemos de ayudarlos y sus deseos de triunfar van a ser fundamentales para el equipo”, nos había comentado Yosvani Alarcón.

Y todo eso, a la espera de que en breve arribe a Cuba Rubén Paz, un muchacho de solo 25 años que ya acumula experiencia profesional en México y que llegará para redondear a uno de los claros contendientes por la corona de la 60 Serie Nacional.

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar