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Wang Yi Liz Truss
Beijing.- China reiteró a líderes de la Unión Europea (UE) su apuesta por el diálogo y las negociaciones en el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como el llamado a la total moderación, informaron hoy fuentes oficiales.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la posición de Beijing la planteó el canciller Wang Yi en conversaciones telefónicas con su homóloga británica, Liz Truss; el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y Emmanuel Bonne, consejero diplomático del presidente francés, Emmanuel Macron.

El dignatario urgió al respeto y la salvaguardia de la soberanía y la integridad territorial de todos los países y el serio cumplimiento de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como la implementación de un concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible.

“China cree que la seguridad de un país no puede darse a expensas de dañar la seguridad de otros, y la seguridad regional no se puede garantizar reforzando e incluso ampliando bloques militares. Y las preocupaciones de seguridad razonables de todos los países deben ser respetadas”, acotó.

Consideró necesario tomar en serio las inquietudes de Rusia luego de cinco rondas consecutivas de expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y ejercer moderación para impedir que la situación en Ucrania se deteriore o incluso se descontrole.

“La seguridad de las vidas y propiedades de las personas comunes y corrientes debe salvaguardarse de forma eficaz y, en particular, deben prevenirse las crisis humanitarias a gran escala”, remarcó Wang al apoyar cualquier esfuerzo diplomático que conduzca a una solución pacífica.

Igualmente, saludó la posibilidad de diálogo entre Moscú y Kiev, pero también con Bruselas, mientras precisó que el Consejo de Seguridad de la ONU debe desempeñar un papel constructivo, colocar en primer lugar la paz y la estabilidad de la región.

Rechazó las actitudes hegemónicas e invocar deliberadamente el capítulo VII de las resoluciones del Consejo de Seguridad para autorizar el uso de la fuerza y las sanciones, y dijo que China jugará un papel constructivo como miembro de ese ente.

Wang y sus interlocutores también pasaron revista a cuestiones de la agenda bilateral y con Borell, específicamente, abordó el diferendo del gigante asiático con Lituania porque abrió una oficina de representación de Taiwán.

Puntualizó que se trata de un asunto entre los dos países y no con Europa, su naturaleza es política y no comercial, y puede resolverse cuando Vilna “corrija sus errores, se abstenga de socavar el principio de Una sola China en la comunidad internacional, y abandone el acto de crear una China, una Taiwán».

“La UE debe evitar que la cuestión se amplifique y se complique, y prevenir que la disputa entre China y Lituania secuestre las relaciones entre China y la UE”, añadió.