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Las Tunas.- Aquí se vive la jornada mágica Ánfora, evento que adaptó sus características habituales para hasta el 20 de noviembre llenar de ilusiones múltiples espacios del territorio, en esta edición dedicada al aniversario 50 de la Escuela de Magia de Camagüey y al ilusionista tunero Fernando Rodríguez Vázquez.

El deterioro de los escenarios habituales en el terruño para el despliegue de espectáculos y la valoración de los números, así como una compleja situación energética, determinaron que esta entrega no tendrá carácter competitivo, según aclaró a 26 el Comité Organizador de la cita.

Sin embargo, se aprovecha para llegar hasta varios municipios, lo que no es posible habitualmente por el apretado cronograma que marcan los espacios en los que se evalúa el desempeño en multiplicidad de disciplinas y habilidades por un jurado que, en más de dos décadas y media, se ha prestigiado con artistas nacionales e internacionales.anfora foto Rey 1

Rodelay León Figueredo (mago Rudy), director artístico y general del Ánfora, y quien conduce los rumbos del elenco anfitrión, Huracán Mágico, explicó que cuentan con la compañía Granmagia de la provincia de Granma, invitados de Varadero (Matanzas), Sancti Spíritus, Holguín, entre otros que se suman a lo largo del festival.

anfora Foto ReyEn el espacio teórico, Manuel Castellano Alonso, fundador de la institución agramontina, compartió sobre la historia del plantel y del mago Fernando, tras el momento habitual de homenaje a José Reinerio Valdivia Valdivia, el mago Píter, con la peregrinación hasta el cementerio Vicente García González.

Las funciones nocturnas habituales se trasladan al cabaré Bajo las Estrellas. Asimismo, el ensueño del ilusionismo llegará hasta las comunidades de Calixto y Omaja (Majibacoa), Vázquez y Delicias (Puerto Padre), Chaparra (Jesús Menéndez), Manatí y Jobabo.

De varios números podrán disfrutar también quienes permanecen en el hospital pediátrico Mártires de Las Tunas, el hogar materno Clodomira Díaz y casas de abuelos.

El festival Ánfora nació en la Escuela de Magia de Las Tunas, creada en octubre de 1989, y se desarrolló por primera vez en noviembre de 1992 con carácter provincial. Dos años después amplió la participación a exponentes de todo el país, para con un prestigio bien ganado, incluir luego a creadores internacionales.

Tras 26 ediciones abraza una tradición que encandila al público asistente al teatro Tunas, sede habitual del festejo, y que en tiempos de crisis económica y pandemia ha logrado readaptarse para no perder el encanto que alimenta el quehacer de equipos bien engranados en la coreografía de un truco.

La ilusión de niños y niñas, de quienes se niegan a crecer y se maravillan una y otra vez con el misterio de las palomas, los pañuelos o los antológicos aros de Píter, está ahí, ojalá en nuevas convocatorias con el vigor y derroche de parafernalia a los que bien nos acostumbró.