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Francia cubanos residentessolidaridad con Cuba

París.- La Coordinadora de Cubanos Residentes en Francia repudió hoy la promoción y el financiamiento desde Estados Unidos a manifestaciones antigubernamentales en la Isla, maniobra que calificó de guerra no convencional.

En un comunicado, denunció la llamada marcha por el cambio en el país caribeño, estimulada desde Washington y la ultraderecha de Miami, con pequeños grupos contrarrevolucionarios como punta de lanza en el terreno, y advirtió que su objetivo es el cambio de régimen, a partir de la instalación de una revolución de colores.

Esta marcha, convocada para mañana, es anticonstitucional e indecorosa, porque pretende volvernos hacia un pasado de dependencia del amo norteamericano, por tanto no es la nuestra y no nos representa, subrayó la coordinadora que incluye a asociaciones de cubanos residentes diseminados por la geografía francesa.

Al respecto, respaldó el derecho de la nación caribeña a defenderse y a declarar ilegal la movilización, la que definió como una acción sustentada en “los tanques pensantes y el arsenal mediático” de Estados Unidos.

Ratificamos el deseo irrestricto de nuestro pueblo de salvaguardar una independencia que nadie nos regaló y que jamás pediremos de favor que se respete, y ejerceremos nuestro soberano derecho de luchar incansablemente para preservarla, expuso.

De acuerdo con la Coordinadora de Cubanos Residentes en Francia, la organización y el financiamiento de manifestaciones desde el exterior representa un atentado a la dignidad de un pueblo entero y al sistema político refrendado democráticamente por soberana mayoría en 2019, con la aprobación de una nueva Constitución.

En su comunicado insistió en el papel desempeñado por la actual Administración estadounidense, a partir del discurso de altos funcionarios de la misma, que prueba la implicación de Washington en el intento de “golpe blando”, política a la cual atribuyó la creación de caos y muerte en otras partes del mundo.

Asimismo, reiteró el rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la Isla por más de seis décadas y fustigó que ese cerco fuese recrudecido en plena pandemia de la Covid-19.