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 Central Antonio Guiteras

Puerto Padre, Las Tunas.- Para la Empresa Agroindustrial Azucarera Antonio Guiteras mucho ha llovido desde 1922, cuando mostró credenciales de nivel mundial con el récord para la época, tras fabricar más de un millón de sacos.

Luego, con el triunfo de la Revolución y como parte de un proceso de modernización y crecimiento, seguiría en la vanguardia del país, hasta ser uno de los pilares en la célebre Zafra de los Diez Millones.

Varias décadas después, pese a mantenerse entre los máximos productores de azúcar, para el “Coloso” de la comunidad de Delicias corren tiempos complejos que lo separan de los planes previstos hasta la fecha.

Así como los lugareños ven caer del cielo el “bagacillo” durante el período de molienda, los trabajadores de la entidad lidian con innumerables obstáculos en el quehacer cotidiano, a causa de las limitaciones de recursos naturales o materiales.

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Mauricio Saavedra, director de la Empresa Azucarera Antonio Guiteras

“En esta etapa hemos enfrentado situaciones difíciles como el cambio climático, pues nos ha faltado el agua con la que trabaja el ingenio, por más de una semana. Asimismo, el mantenimiento en la fábrica no ha podido sistematizar el trabajo, a partir de que los repuestos críticos y básicos no han estado. Aun así la voluntad y el esfuerzo de los obreros, cada vez que ha surgido una rotura, conllevan a hacer proezas y retomar la contienda”, afirmó Mauricio Saavedra Peña, director del complejo productivo.

Sin embargo, para llegar a la fabricación de sacarosa, antes confluyen diversos factores laborales con vital importancia que, en muchos casos, deambulan en dirección contraria a la eficiencia. Todo ello limita la entrada al “Guiteras” de la materia prima necesaria para aportar al máximo.

“El talón de Aquiles en los rendimientos cañeros transita por el impacto del calentamiento global, con efectos serios y representativos. Aparejado a este panorama desfavorable, también se encuentra la calidad con que se realizan las actividades técnicas en la producción. Tenemos unidades divididas por una guardarraya y no reflejan los mismos resultados. A pesar de ello, Puerto Padre es el municipio que más caña produce en Cuba, aunque se encuentra muy por debajo del potencial productivo”, aseveró Saavedra Peña.

Con la realidad en tonalidades de gris, los hombres del azúcar buscan sacarle provecho a cada utilidad disponible y, a su vez, devolver a la unidad empresarial la solvencia monetaria, luego de concluir el pasado calendario en números rojos.

“Vamos a estar produciendo azúcar hasta que el impacto económico lo permita; después, como segunda posibilidad, continuaremos haciendo miel para la extracción de alcohol en la elaboración de rones de alta calidad, que nos permita cortarles la caña a todos los productores. De esta manera, los campesinos cañeros reciben su ingreso y nosotros nos aproximaríamos, a través de la venta de alcohol, a nuestro plan de ventas”, puntualizó el director de la entidad.

En recorrido por ingenios del centro de la Isla, a inicios de año, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, manifestó la necesidad de que “la industria azucarera se robustezca, se recupere y le pueda aportar al país, es una cosa que sabíamos hacer bien; además, es imprescindible, produce energía, alimentos para las personas y los animales, y a ella tenemos asociada la vida de mucha gente”.

Las aspiraciones de la nación de alcanzar la solvencia alimentaria, en tanto mejora la calidad de vida de los cubanos, exigen cambiar los horizontes de los campos.

“Lo primero que debemos hacer para salvar la industria azucarera es sembrar caña con calidad, cantidad y oportunidad. No para cumplir planes, sino para producir a conciencia. Toda vez que los niveles de producción aumenten, la industria fabrique el azúcar y la unidad de derivados facilite los rones y el alimento animal, entraremos en la dinámica del ejercicio económico positivo”, enfatizó el máximo dirigente de la "dulce" industria en el territorio.