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Las Tunas.- Seguro de sí mismo sigue viéndose Yander Herrera Machín, incluso ahora en la conversación pausada, cuando ya quedó atrás la adrenalina de escuchar el disparo y encenderse las emociones sobre la pista de los Juegos Panamericanos Junior. Con la misma confianza que afirmó que ganaría, nos habló este mozalbete, quien ve el título logrado hace poco en Asunción apenas como el paso hacia el sueño olímpico.

Comenzamos justo por ahí, por esos instantes que lo llevarían a lo más alto del podio en la prueba de los 110 metros con vallas en la capital paraguaya, convirtiéndose a la vez en el primer tunero con una presea dorada en estas lides.

¿No te presionó más afirmar anticipadamente que triunfarías?

“Desde aquí, desde Cuba, dije que iba a ganar, en una entrevista que me hicieron en La Habana. Yo me sentía ganador, campeón panamericano; no me sentía recordista, pero sí campeón. Al lograr el récord en la semifinal estuve más confiado todavía y dije ‘ya, voy a ganar’”.

En las “semis” este jovencito de apenas 18 años de edad detuvo los relojes en los 13,54 segundos, asegurándose la plusmarca para el evento. Luego por el oro, se impuso literalmente sobre la meta al brasileño Thiago Dos Santos. De hecho, la diferencia de tiempo entre ambos fue de apenas una centésima de segundo: 13,60 por 13,61 a favor del tunero.

¿Fue una competencia fácil?

“No subestimo a ningún rival. Ellos estaban a mi nivel, sí; pero me sentía superior siempre en todas las carreras. La semifinal fue un poco relajada; sin embargo, en la final, como que me presioné, sin decir nada y sin demostrarlo. Mentalmente decía ‘¡voy a ganar, voy a hacer esto bien!’. Cuando arranqué vino la presión, hasta que el corredor de al lado me agarró el brazo. En las carreras uno piensa a veces ‘ahí yo perdí’; pero dije ‘¡qué va!’. Empecé a buscarlo, a buscarlo y metí la cabeza”.

Desde los días memorables de Dayron Robles, Cuba, y más Las Tunas, no han disfrutado de tener un vallista corto exitoso como Yander lo está siendo en su categoría.

¿Es ese otro motivo de tensión?

“Lo he cogido de buena manera. Yo sé que el pueblo cubano está esperando que salga otro Dayron Robles. Me lo tomo bien, voy a entrenar y prepararme para hacer las marcas que tengo propuestas. De momento, el objetivo es llegar a los Centroamericanos y después a los Panamericanos para mayores”.

Sin embargo, en su mente hay sueños más grandes…

“Sí, me veo en Los Ángeles. Claro, para eso tengo que mantenerme en la disciplina, escuchar a los profesores y así lograr todo lo que yo quiera”.

Este año, Yander rompió récord nacional sub-20 años con vallas de 106,7 centímetros de altura en el mitin Monumento a los Hermanos Znamensky, en Moscú, con un excelente crono de 13,37 segundos, que lo colocó en el octavo lugar del ranking mundial para atletas que todavía no cumplen las dos décadas de vida. 

Fuera de las pistas, luce como un joven de su época. En este corto período de descanso entre los suyos en el reparto Buena Vista, en esta ciudad, hizo el tiempo para ir a la playa y hasta realizarse un nuevo tatuaje. Aquí, sintió el cariño de su barrio; aunque, aclara, en las competencias está presente la fuerza de su tierra natal.

“Yoandry Lescay y Reynaldo Espinosa son compañeros míos. Con Lescay comparto habitación, y Reynaldo y yo venimos juntos en el atletismo desde niños. Hablamos mucho”.

Empero, esa fe en su desempeño no le nubla la mente a Yander, él sabe que tiene mucho por mejorar en el regreso a los entrenamientos. “Subir más la masa muscular”, insiste. “Ser un poco más técnico”, añade.

A su afición solo le pide que confíe tanto como él lo hace en sí mismo: “Esperen lo mejor, que yo voy a dar lo máximo de mí”.