Las Tunas.- Al cierre del primer desafío entre Leñadores de Las Tunas y Huracanes de Mayabeque, correspondiente a la edición 64 de la Serie Nacional de Béisbol, el nombre del pícher puertopadrense Alberto Pablo Civil Hidalgo continúa siendo sinónimo de experiencia y confianza en el bulpén de los actuales campeones nacionales.
Aunque estadísticas como promedio de carreras limpias (4,50) y el bateo adversario (375) pueden indicar situaciones complicadas encima del box, un análisis más profundo revela a un lanzador que mantiene un rol definido y crucial para los Leñadores: preservar victorias.
Las estadísticas de la temporada lo sitúan como un especialista en momentos de alta presión, y así lo ratifica su desempeño tras el último out, ya que, en seis salidas, todas en rol de relevo, logra una victoria y acumula cuatro juegos salvados.
Esta capacidad para cerrar partidos fue evidente en encuentros como ante los Alazanes de Granma, en los que en dos tercios de entrada no permitió libertades y aseguró un triunfo cerrado de cuatro carreras por tres, salvando así su segundo partido en la fase clasificatoria.
Sin embargo, el análisis no puede obviar ciertos indicadores de un desempeño irregular. Civil Hidalgo ha lanzado 8,0 entradas, en las que ha retado a 32 bateadores y ha permitido 12 jits, lo que se traduce en un alto promedio de bateo en su contra de 375. Su efectividad es de 4,50 y su WHIP de 1,88, números que se sitúan por encima del promedio de efectividad del equipo, que es de 4,02 .
En cuanto a su control, poncha a cuatro bateadores y regala cuatro bases por bolas, mostrando una relación pareja de ponches y boletos.
Cuando hablamos de Alberto Pablo Civil Hidalgo, nos referimos a una de las figuras más importantes del béisbol tunero en la última década, y en este sentido, basta mencionar los tres títulos con los Leñadores en series nacionales, el subtítulo en la Serie del Caribe, el segundo puesto en la Serie de las Américas y el nombramiento como MVP en la primera edición de la Liga Élite del Béisbol Cubano.