
Las Tunas.- Un grand slam histórico para Osmanis Urrutia Jr. en el quinto inning catapultó a los Leñadores de Las Tunas hacia una victoria contundente 12-1 sobre los Cachorros de Holguín, en un partido que terminó por la regla del KO en el octavo capítulo. Esta demostración de poder ofensivo en el estadio Calixto García reafirma las aspiraciones del conjunto tunero en esta 64 Serie Nacional.
No más darse la voz de ¡play ball! la escuadra visitante mostró sus intenciones. Yuniesky Larduet abrió el juego con un imparable y robó segunda base, mientras Yordanys y Yosvani Alarcón Tardío conectaron sendos cohetes al jardín izquierdo y derecho, respectivamente, para producir la primera carrera. Las bases llenas y una base por bolas a Urrutia Jr. empujaron la segunda anotación, y un fly de sacrificio de Henry Quintero completó una entrada de tres carreras que sacudió al abridor holguinero Luis Santos Caser, quien no pudo superar la primera entrada.
El director de los Cachorros, Lugdis Pineda, tuvo que acudir rápidamente al bulpén, dando entrada a Andriuw Valido. El relevista logró contener temporalmente la ofensiva tunera, pero en la quinta entrada, la potencia del line up verdirrojo estalló. Con las bases llenas nuevamente y dos outs, Urrutia Jr. conectó un monumental cuadrangular al jardín izquierdo, un grand slam que limpió las bases y puso el marcador 8-1, desatando la euforia del banco de visitantes.
En el montículo de la cuadrilla, Yosmel Garcés fue el artífice de la victoria. El abridor tunero lanzó cinco entradas de calidad, con solo una carrera sucia tolerada y cuatro imparables, válido para lograr su tercera victoria de la temporada. Los relevistas Keniel Ferráz y Leodanis Sánchez cerraron el juego con autoridad, combinándose para tres entradas sin carreras y aceptando apenas tres jits.
La ofensiva tunera fue un trabajo colectivo, con destaque para Yordanys Alarcón y Yudier Rondón, autores de dos jits cada uno, mientras que Urrutia Jr. culminó su gran tarde con cinco carreras impulsadas. El octavo rollo fue el golpe de gracia, cuando los Leñadores agregaron cuatro carreras más, forzando la aplicación de la regla de la piedad.