Las Tunas.- "Yo soy Yosvani Alarcón", dijo aquel niño de a lo sumo 10 años mientras blandía un artesanal madero en medio de un solar casi yermo, a la espera de la pelota igual de sencilla que le lanzaría su compañero de juego. En esa escena que vi durante aquellos días cuando los Leñadores se coronaron campeones de Cuba por primera vez, y que afortunadamente todavía vemos, pensé al estar cerca del doctor en Ciencias Históricas y profesor titular de la Universidad de La Habana Félix Julio Alfonso López.

El autor de Béisbol y nación en Cuba (2015), entre otros textos sobre el tema, es uno de los investigadores más prominentes sobre la huella del deporte de las bolas y los strikes en la conformación de eso que llamamos "lo cubano". Así que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerle al menos una pregunta, aprovechando su presencia aquí para asistir al reciente XXVI Congreso Nacional de Historia.

A pesar de todos sus problemas, el béisbol sigue estando, digamos, en el ADN de Cuba como fenómeno cultural, más allá de un fenómeno deportivo. ¿Por qué?

"Te lo voy a graficar en una sola anécdota. La creación del primer club de béisbol cubano aconteció en el año 1868, en el mismo momento en el que Carlos Manuel de Céspedes estaba dando el grito de independencia en oriente. Por lo tanto, el surgimiento de la nación cubana independiente y del béisbol son dos fenómenos que coexisten en el tiempo, son simultáneos. Se han dado de manera tal que han contribuido, desde sus relatos respectivos, a construir la nación cubana. Por eso es que nosotros tenemos esa preferencia por el béisbol que nos distingue y que compartimos también con otros países.

"Las Tunas era la cenicienta del béisbol, a pesar de tener grandes peloteros, grandes pícheres, grandes bateadores; sin embargo, no lograba obtener un campeonato. Ahora han disfrutado de una generación espléndida, que quizás está llegando a su final, pero que ha tenido nombres imprescindibles, de entre los que, si tuviéramos que simbolizarlos en uno, habría que elegir a Dánel Castro.

"El hecho de que Las Tunas, una provincia otrora preterida en el béisbol, haya logrado no solamente ganar uno, sino más de un campeonato, y convertirse en una verdadera potencia beisbolera, creo que es digno de aplauso y habla muy bien de los tuneros y de su pasión deportiva".