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Las Tunas.- Si en los últimos ciclos olímpicos Las Tunas acumuló importantes deudas con la cita bajo los cinco aros, las perspectivas para la edición de Tokio vuelven a poner sobre la mesa el debate que se repite invariablemente cada cuatro años: el trabajo con los deportes estratégicos sigue sin rendir frutos en el Balcón de Oriente.

A 105 días de que en la capital nipona comiencen los Juegos de la XXXII Olimpíada, el deporte tunero no tiene aún asegurado ningún boleto. De hecho, las opciones son, más bien, remotas. Al parecer, será en un terreno de béisbol donde se defina la presencia o no de atletas de esta provincia en la cita estival.

Esa realidad, muy preocupante, se hace especialmente dolorosa en la misma tierra que vio a Teófilo Stévenson escribir su admirable historia de tricampeón olímpico.

De acuerdo con los apuntes del colega Juan Emilio Batista Cruz, hay que remontarse 57 años hasta la primera participación tunera, precisamente en la ciudad de Tokio. Fue en la edición de 1964 cuando los remeros Norge Marrero y Gilberto Cámpbell representaron a un territorio que ni siquiera había adquirido el status de provincia.

Casi 30 años después, con las importantes paradas intermedias en los oros de Stévenson (Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980) y José Gómez (1980), llegarían otras dos coronas: las conseguidas por los peloteros Ermidelio Urrutia y Juan Carlos Pérez en Barcelona 1992. También en el deporte de las bolas y los strikes alcanzó la gloria olímpica Osmani Urrutia, en Atenas 2004.

Aunque no pudieron escalar a lo más alto del podio, igualmente se hicieron inmortales Dánel Castro (Sídney 2000) y el boxeador Yankiel León (Beijing 2008), ambos subcampeones, así como el judoca Yordanis Arencibia, doble medallista de bronce en Atenas y Beijing.

Ese es el palmarés del deporte olímpico tunero, no tan amplio, pero en cualquier caso mucho más alentador que el gris panorama actual.

OTRA VEZ, PENDIENTES DEL BÉISBOL

yosvani alarconEl torneo Clasificatorio de Béisbol de las Américas de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC) se efectuará del 31 de mayo al 5 de junio en el estado norteamericano de Florida. Para Cuba será la segunda oportunidad de alcanzar un boleto a los Juegos Olímpicos, tras el frustrado intento de conseguirlo en el Premier 12 del 2019.

De acuerdo con el calendario de la lid, los cubanos debutarán ante Venezuela el propio día 31, en la primera fecha de un grupo B en el que competirán también Canadá y Colombia. En la fortísima llave A estarán Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico y Nicaragua.

Los dos primeros de cada grupo avanzarán a una superronda, en la que cada uno jugará otros dos partidos, arrastrando el resultado de la fase preliminar ante el otro clasificado de su mismo apartado.

El equipo con el mejor récord de la superronda ganará el torneo, y se convertirá en el quinto clasificado a Tokio, uniéndose a Japón en su condición de sede, a Corea del Sur y México, que avanzaron en el Premier 12, y a la selección de Israel, ganadora del clasificatorio europeo con una nómina repleta de jugadores estadounidenses.

De no obtener el título en Florida, Cuba tendría aún una última oportunidad, siempre y cuando concluya en segundo o tercer lugar. Esos dos elencos harán sus maletas de manera inmediata para tomar parte en el Clasificatorio Final de Béisbol WBSC, que otorgará la sexta plaza entre el 16 y el 20 de junio, en Taipei de China. Allí, además del conjunto anfitrión y los dos aspirantes por América, estarán Australia, Holanda y China.

Aunque todavía no se ha anunciado la preselección para el torneo preolímpico, Las Tunas tiene casi asegurada la presencia de tres de sus principales jugadores: los receptores Yosvani Alarcón y Rafael Viñales, y el lanzador Carlos Juan Viera, quienes han estado entrenando en Matanzas desde que concluyeran su participación en la 60 Serie Nacional.

Yudiel Rodríguez, elegido mejor serpentinero zurdo de la recién finalizada temporada, debe estar sin mayores problemas en el grupo que aspira a hacer el grado; mientras que un cuarto nombre despierta muchas expectativas entre la afición local: el del exjugador de Grandes Ligas Henry Urrutia.

En las últimas semanas, las autoridades del béisbol cubano confirmaron su intención de convocar a jugadores profesionales que juegan en distintas ligas de manera independiente. El hijo de Ermidelio, de gran presente en la pelota mexicana y con pasado en los Orioles de Baltimore, fue el primero en mostrarse dispuesto ante un posible llamado a la Selección Nacional.

OPCIONES QUE TIENDEN A CERO

lescay 4x400En el resto de los deportes, las opciones de clasificación a Tokio son casi nulas. La principal esperanza era el velocista Yoandys Lescay, líder del relevo 4x400 que entró sexto en la final olímpica de Río de Janeiro 2016. Sin embargo, la ausencia de corredores que completen una estafeta realmente competitiva ha lastrado ya de manera (casi) definitiva sus posibilidades. De hecho, el atletismo cubano decidió apostar por la posta larga femenina, la única que acudirá el mes próximo al Mundial de Relevos, en Polonia.

En el plano individual, el "colombiano" tampoco está cerca de cumplir con las marcas mínimas que exige World Athletics (antigua IAAF). Para los 400 metros, se necesita un muy duro crono de 44.90 segundos, diez centésimas por debajo del récord personal de Lescay, aquel 45.00 logrado hace cinco años en Río.

Solo que cinco años después, el tunero no ha podido aproximarse siquiera a esos tiempos. Para el campeón iberoamericano y submonarca mundial universitario, el presente ciclo olímpico ha sido un verdadero calvario, repleto de lesiones y enfermedades.

“Las lesiones, y más que eso, las enfermedades que he enfrentado me han jugado una mala pasada”, declaraba hace un año a la periodista tunera Lilian Cid, del portal DeporCuba.

“El zika que tuve a finales de 2018 me dejó fuera de combate, estuve 8 meses sin hacer prácticamente nada de deporte. Traté de preparar los Panamericanos en unos tres meses, pero estaba empezando como aquel que dice desde cero y no pude hacer todo lo que hubiera querido en Lima. Y fíjate que en el 2019 arranqué con todo, me estaba yendo bastante bien, pero me lesiono, y ahora justo cuando ya estaba listo para empezar pues aparece esto…”, se lamentaba el velocista en referencia a la pandemia de la Covid-19 que, aun cuando le dio cierto margen para recuperarse de sus lesiones, llegó para entorpecer el proceso de preparación de cara a los Juegos de Tokio.

Con las escasas opciones de Lescay se escapan casi todas las posibilidades, más allá del largamente esperado “milagro” del béisbol. La gimnasta Tatiana Rodríguez, medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima como integrante del conjunto de tres aros y dos pares de mazas, junto a la halterista Yaneisy Meriño, se mantienen dentro del grupo de aspirantes, aunque no entran en ningún pronóstico objetivo de estar el próximo verano en la capital de Japón.

Los Juegos de Tokio arrancarán el venidero 23 de julio, y Cuba cuenta hasta el momento con 42 atletas clasificados en nueve deportes, mientras que las proyecciones indican que la delegación podría crecer hasta unos 80 deportistas de 17 modalidades.

Por primera vez en mucho tiempo, Las Tunas corre el riesgo de quedarse fuera de la gran fiesta del deporte mundial.