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Las Tunas.- Cuando los noticiarios informaron sobre los primeros casos del nuevo coronavirus en Wuhan, China, no faltó la preocupación constante de quienes, desde este lado del mundo, apuestan por la solidaridad humana. En ese entonces, era difícil vaticinar la rápida propagación de la enfermedad, las muertes que dejaría a su paso y, por supuesto, su entrada a territorio cubano. Con el paso de los días, la amenaza se extendió por varios países y nada pudo impedir lo inminente. El nuevo coronavirus ya está en Cuba.

Sin embargo, el pueblo de Las Tunas mantiene la serenidad, y no se trata de falta de percepción de riesgo, sino de confianza en el Gobierno cubano. A estas alturas, nadie duda de la capacidad y la experiencia del personal sanitario en el enfrentamiento a varias epidemias, siempre acompañado de los diferentes sectores y de la propia población. Así lo corroboraron varios tuneros a 26 Digital.

Ana Fernández, vecina de la calle Villamar en esta ciudad, comenta que anda detrás de la familia exigiendo el cumplimiento estricto de las medidas, porque como dicen por ahí, prefiere "pecar por exceso y no por defecto. Al llegar de la calle, la ropa no va para el cesto, sino directo a los cordeles; limpio cada rincón de la casa y coloco la basura en orden, bien tapada para que la recojan". Y afirma: "Con la calidad de nuestro Sistema de Salud, no tenemos que sentir temor, solo precaver".

Yolanda Cusidó Montejo, residente de la Calle 16 en el reparto Buena Vista, refiere que al principio no pudo evitar sentirse nerviosa al escuchar las noticias. Y no es para menos, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al nuevo coronavirus como una pandemia que hasta la fecha afecta a más de 120 países.

 "Recuperé la serenidad, pues considero que lo importante es seguir con el plan previsto por nuestro Gobierno y proteger la salud individual y la de los demás. Confiamos en que el país sabrá afrontar esta situación y salir exitoso como en otras tantas batallas".

Yordanka Mejías, del sector cuentapropista expone: "A nuestra tienda acuden muchas personas a comprar calzado artesanal; por esa razón hemos garantizado las condiciones para que los clientes laven bien sus manos, pues tocan varios zapatos y ello pudiera generar una propagación del virus.

"A quienes laboran aquí, les exigimos que traigan sus pomitos con agua, jabón y utensilios personales. Al mismo tiempo, extremo los cuidados con mis padres, porque son ancianos que padecen enfermedades respiratorias.

“Una de las medidas fundamentales es evitar las aglomeraciones; razón por la cual pienso que deben distribuir productos como el pollo y el detergente en la mayoría de las unidades, lo que contribuiría a eliminar las extensas colas en un mismo lugar".

Y subraya: "A pesar de que otros países tienen mayores ingresos económicos y condiciones, Cuba siempre hace mucho con lo poco que posee, y aquí existe toda una estrategia para contener la enfermedad; lo sabemos y eso nos da tranquilidad".

Pedro Rodríguez, vive en el reparto Santos, asegura que desde que supo sobre el coronavirus siempre lleva un jabón en la carpeta para higienizar las manos y evita los besos; "algo que resulta difícil entre los cubanos, porque somos muy cariñosos. Creo que la gente ha reaccionado de manera positiva; hay ecuanimidad y la certeza de que el Gobierno adopta las mejores decisiones para proteger la salud de todos".

FORTALEZAS


medico tunasEl prestigio de la Salud Pública cubana es avalado una vez más en medio de tan difícil escenario. Países del continente y de otras regiones del hemisferio solicitan la colaboración del personal médico de la Isla en el enfrentamiento a esta pandemia.

Un plan estratégico muy bien pensado guía las acciones en cada una de las provincias. "Aquí, equipos de trabajo chequean su implementación en las áreas de Salud", afirma Grégory Pérez Héctor, subdirector de Asistencia Médica en Las Tunas.

“Cada policlínico tiene una consulta diferenciada, independiente a la del Cuerpo de Guardia, para la atención a las enfermedades respiratorias agudas. Ese espacio dispone de las condiciones y medios básicos para la atención a estos pacientes.

"Al mismo tiempo existe un Sistema de Control en ese nivel de atención. Los médicos y enfermeras de la familia deben conocer las personas, tanto nacionales como extranjeras, que arriban a su comunidad desde diferentes países".

A decir del galeno toda persona con síntomas como tos, fiebre y dificultad respiratoria, proveniente de una zona de riesgo o que haya tenido contacto con algún viajero es clasificado como sospechoso. Según lo establecido, ese paciente es ingresado durante el período de vigilancia (14 días) en el Centro de Aislamiento, donde se le realizan los exámenes que son enviados al instituto de medicina tropical Pedro Kourí (IPK).

"En caso de que el cuadro clínico del enfermo empeore es trasladado a los hospitales, instalaciones que disponen de camas de aislamiento. Allí también existen consultas para los casos que lleguen espontáneamente a sus cuerpos de Guardia. También están habilitadas salas para el aislamiento temporal hasta el traslado hacia los centros establecidos; en los policlínicos también contamos con estos espacios".

Pérez aclaró que los extranjeros son atendidos, en un primer momento, por el personal médico local, pero luego se remiten a un centro regional, ubicado en la provincia de Holguín.

Por estos días, el sector de la Salud junto a las organizaciones de masas protagoniza audiencias sanitarias en los barrios y en los centros laborales. Los responsables de Seguridad y Protección de cada empresa reciben capacitaciones para luego multiplicarlas dentro de su colectivo.

Profesores de la Universidad preparan a los cuentapropistas, dueños de casas de renta, paladares y también a transportistas. Hoy la oportuna información y conocimiento constituyen vitales armas contra la Covid-19. A la par se intensifica la vigilancia en los puertos Carúpano y Guayabal; lugares en los que dispusieron locales para el aislamiento transitorio de posibles sospechosos.

"Nuestro Sistema -afirma el directivo- trabaja en función de prevenir y controlar la enfermedad. Pedimos que el pueblo preserve la calma; hasta el momento los casos estudiados han sido negativos al nuevo coronavirus, pero estamos listos para prestar la asistencia".

El coronavirus ya está en Cuba, y de nada valen los miedos. Son tiempos de convertir la preocupación en verdadera ocupación.