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serie nacional de béisbol pelota cubana estadio LatinoamericanoLas Tunas.- Con una ominosa nota de prensa, irrespetuosa de la inteligencia y el sentido común de la afición, la Comisión Nacional de Béisbol cerró esta semana el capítulo de los nombres que recibirán los equipos en la I Liga Élite.

Después de realizar dos encuestas distintas con todo tipo de irregularidades y retirar la segunda cuando al parecer los resultados comenzaron a ser inaceptables, el ente que dirige la pelota cubana se acaba de arrogar un derecho que no le corresponde: elegir el apelativo de su equipo de béisbol debe ser prerrogativa única de los territorios implicados, en consonancia con la opinión de sus aficiones.

De acuerdo con el comunicado publicado el miércoles, quedaron avalados los nombres de Tabacaleros (Pinar del Río-Artemisa-Isla de la Juventud), Centrales (Matanzas-Cienfuegos-Villa Clara), Ganaderos (Sancti Spíritus-Ciego de Ávila-Camagüey) y Cafetaleros (Holguín-Santiago de Cuba-Guantánamo).

Al no conseguir más del 50 por ciento de los votos en la primera encuesta, fueron desechados los nombres de Habaneros para Mayabeque-Industriales), y Mineros, para Las Tunas-Granma. En un ejercicio de soberbia y total desconocimiento de la historia del béisbol cubano, se anunció la decisión de llamar Portuarios a la escuadra integrada por Leones y Huracanes, y adjudicarle Agricultores al conjunto formado por Leñadores y Alazanes.

El caso de este último equipo merece párrafo aparte, pues Agricultores fue el nombre de un elenco que ya participó en series nacionales y que representó nada menos que a la antigua provincia de ¡La Habana!

Agricultores fue fundado en 1974 y en su temporada debut se llevó el título de campeón de Cuba bajo las órdenes de Orlando Leroux. Se mantuvo durante apenas tres campañas, hasta la 1976-1977 y en sus filas jugaron grandes peloteros de la capital del país, como Santiago “Changa” Mederos, Walfrido Ruiz, Arturo Linares, Rey Vicente Anglada o Eulogio Osorio.

Luego, ¿qué tiene que ver semejante legado con tuneros y granmenses?

La “bola escondida” de los nombres se produce en el contexto de otra debacle internacional, como la que ha firmado Granma en la Semana Beisbolera de Haarlem, Países Bajos. Llega, además, con el telón de fondo del Clásico Mundial y su calendario anunciado en los últimos días, que ha venido a despertar los fantasmas de las pobres actuaciones registradas en las últimas ediciones.

Semejante escenario mantiene más vivo que nunca el debate en torno a las razones de la evidente decadencia del béisbol criollo. Más allá de que se trata de un problema con múltiples causas, a mi modo de ver la principal razón pasa por la mano de hierro y la mente obtusa y cerrada con la que se rige un deporte que es mucho más que eso, que es (o debería ser) patrimonio de todos los cubanos y las cubanas, estén donde estén.

Si debo aventurarme a esbozar una teoría, creo que fue la fuerza que cobró el nombre de Alacranes del Almendares para Industriales-Mayabeque lo que “trancó el dominó”. Esa referencia al legendario equipo azul de la antigua Liga Profesional Cubana fue demasiado para la trasnochada ortodoxia y la ausencia total de imaginación y frescura que lastran al mayor espectáculo del país.

Aclaro que a mí, personalmente, no me parecía buena idea la de resucitar a los Alacranes, pero sigo pensando que había que respetar la voluntad popular o, en todo caso, hacer una encuesta más allá del marco siempre reducido que son las redes sociales. Indagar a fondo en la opinión de la gente, finalmente dueña legítima de una pasión que siguen empeñados en arrebatarle, un trozo por vez.