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París.- Los disturbios provocados por la muerte de un joven de 17 años a manos de la policía siguieron en Francia en la madrugada del domingo, con una nueva noche de violencia menos intensa que las anteriores pero con más de 700 detenidos, anunció el gobierno. "Noche más tranquila gracias a la acción decidida de las fuerzas del orden", dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en Twitter.

En L'Haÿ les Roses, una pequeña localidad en los suburbios de París, varios individuos atacaron la vivienda del alcalde, miembro del partido Los Republicanos (derecha, oposición), destruyendo la puerta con un coche que luego incendiaron. La esposa del alcalde, que se encontraba en la alcaldía en el momento del incidente, y uno de sus dos hijos pequeños resultaron levemente heridos.

El ministerio del Interior anunció un total de 719 detenciones en todo el país en la madrugada del domingo, en particular por llevar objetos que pueden ser utilizados como armas o proyectiles. En la madrugada del sábado la cifra había sido de 1.300 detenidos, la más alta desde el martes. "Noche más tranquila gracias a la acción decidida de las fuerzas del orden", dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en Twitter.

Pese a ello unos 45 policías y gendarmes resultaron heridos, 577 vehículos y 74 edificios fueron incendiados y se registraron 871 incendios en vías públicas, dijo el ministerio el domingo.

Por segunda noche consecutiva, el ministro movilizó 45.000 policías y gendarmes, incluidos 7.000 en París y en los suburbios de la capital, con refuerzos importantes en Marsella (sur) y Lyon (centro este), las principales ciudades afectadas el día anterior por los enfrentamientos, las destrucciones y los saqueos.

El vídeo de la muerte del joven Nahel por un disparo a quemarropa de un policía durante un control de tráfico el martes en Nanterre, cerca de París, desató una ola de violencia en todo el país.

La violencia en Francia, que será sede este año del Mundial de Rugby y en 2024 de los Juegos Olímpicos, preocupa en el extranjero. Varios países europeos, incluido el Reino Unido, aconsejaron a sus ciudadanos no viajar a las zonas afectadas por la violencia.

El consulado de China en Marsella pidió a los ciudadanos que estén "atentos y tengan precaución" después de que medios estatales informaran que lanzaron piedras contra un autobús que transportaba a turistas chinos en esa ciudad.

En Marsella, en la avenida Canebière, el corazón de la segunda ciudad de Francia, un gran número de policías, con el apoyo de unidades de élite (Raid y GIGN) lograron dispersar a los grupos de jóvenes que el día anterior provocaron el caos. "Vinieron especialmente para destrozarlo todo, robar y luego marcharse", dijo un comerciante del centro comercial Whiting, Youcef Bettahar.

En París, la policía desplegó un importante dispositivo en la avenida de los Campos Elíseos, donde los escaparates estaban protegidos con tablones de madera y se veían grupos de jóvenes bajo la atenta mirada de los agentes.

En un intento por frenar la espiral de violencia, muchos municipios franceses, en particular en la región de París, impusieron un toque de queda y prohibieron la circulación de autobuses y tranvías a partir de las 21h00 (19h00 GMT).

Nahel, el adolescente de 17 años que murió el martes por el disparo en un policía, fue enterrado el sábado en Nanterre, cerca de París, en presencia de su madre, su abuela y varios cientos de personas durante una ceremonia sin incidentes. El policía que le disparó, de 38 años, está detenido desde el martes, acusado de homicidio voluntario.