Las Tunas.- La entrega del Galardón Marta Terry a Carmen Velázquez Quintana, por sus más de 20 años como directora de la biblioteca provincial José Martí fue, sin lugar a dudas, el momento más descollante de las celebraciones aquí por el Día del Bibliotecario Cubano.
Es la primera vez que la Asociación Nacional de bibliotecarios entrega tal loa, y ella, mujer que conjuga con acierto, sensibilidad y constancia, resulta toda una consagrada en estas lides. Lo merece.
Carmencita, como muchos la conocen, no solo dirige la institución cultural más añeja de Las Tunas, sino que preside, con celo y compromiso, el destino de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM).
La reconozco como una furibunda martiana, defensora a ultranza de los caminos culturales de estas tierras y pendiente, como madre buena, de que el servicio siempre sea el mejor, de que la biblioteca resulte esa especie de santuario en el que se aprende de todo lo posible.
Sé que Las Tunas tiene muchos motivos para agradecer su entrega; por eso, cuando habló de “recuento necesario”, “reconocimiento al trabajo de todos” y el “público, como lo más grande”, descubrí en sus palabras a los que han sido sus desvelos mayores de toda la vida.
Ojalá y por muchos años más, Las Tunas y su red de bibliotecas públicas puedan contar con ella.
