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Con banderas chilenas y un reguetón se desató ayer la algarabía en la sede del Partido Republicano, cuando recién eran las 19:00 horas y aún faltaban muchas mesas por escrutar, la celebración ya era total en la sede del partido de José Antonio Kast. En el local ubicado en calle Presidente Errázuriz, en el sector oriente de la capital, las caras eran de alegría y euforia, mientras sonaba por los altoparlantes el jingle: "solo queda republicanos" y una decena de militantes se abrazaban gritando un "Chi-Chi-Chi-Le-Le-Le" en señal de festejo de lo que se consideró como un "aplastante triunfo".

Con un total de 22 escaños se convertía en la colectividad con mayor representación en el Consejo Constitucional, quedándose con el 43,1 por ciento del ente redactor. De ese modo, el Partido Republicano asumió de manera clara el liderazgo del organismo. Además, se aseguró el poder de veto dentro del consejo, lo que les permitirá rechazar cualquier norma. A esa victoria individual de la colectividad se sumó que, en conjunto con la centroderecha, agrupada en Chile Vamos, la oposición controla más de la mitad del órgano constituyente, gracias a los 11 escaños que logró la lista de oposición. Así la derecha consolidó una amplia mayoría del Consejo Constituyente, con 33 de los 50 miembros (equivalente a un 66 por ciento), y lo más importante para el sector es que superó el quórum de 3/5 (30 consejeros) que es requerido para elaborar las normas constitucionales y controlar el Consejo.

"Hoy día no hay nada que celebrar porque Chile no está bien (...) Para algunos pocos esta elección parece muy importante, pero para la gran mayoría de los chilenos no, porque tendrán que salir a trabajar el día mañana igual, como en todos los días de sus vidas. Vidas que están agobiadas, que ven cómo la paz de sus barrios se va esfumando. No es tiempo de celebrar ni de dividir, es tiempo de trabajar y de trabajar en unidad", dijo ayer el líder y exabanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, en su primer discurso tras conocerse los resultados.

En medio de gritos de los presentes de "Kast Presidente", el líder de Republicanos hizo un llamado a la humildad y a la unidad: "Chile nos necesita a todos y los republicanos trabajaremos permanentemente con aquellos que lleven a Chile en el corazón". 

En contraste a las celebraciones en la sede de Republicanos, en Chile Vamos el balance era de derrota total y lamentos, especialmente por la pérdida de algunos de los rostros más importantes de la UDI, RN y Evópoli, y por haber sido doblados por el Partido Republicano, colectividad con la que competían internamente dentro del electorado de derecha.

De esta forma los republicanos se consolidaban no solamente como la principal fuerza dentro de la derecha, sino como el principal partido en esta elección, y una colectividad que queda bien encaminada con miras a la próximas elecciones presidenciales.

           LA BÚSQUEDA DE ACUERDOS

Rápidamente, el análisis que se abrió es que entre ambos sectores se hacía necesario llegar a acuerdos dentro del órgano constitucional y dejar las diferencias de lado. De todas maneras, el ánimo transmitido por los republicanos, es que se allanarían a buscar acuerdos.

En Chile Vamos y en algunos sectores políticos existía desconfianza respecto de la actitud de los republicanos dentro del Consejo Constitucional, pues este Partido, al no haber participado del "Acuerdo por Chile" del 12 de diciembre, que abrió un segundo proceso constituyente, se pensaba que se opondrían a hacer cambios y promoverían mantener la Carta Magna como está. En esa oportunidad, incluso las declaraciones de los dirigentes republicanos apuntaban hacia esa línea, como cuando en plena campaña el consejero electo por la Región Metropolitana, Luis Silva, dijo en una entrevista que "el Partido Republicano no quiere una nueva Constitución". 

Sin embargo, los mismos republicanos dieron un giro y durante la jornada se encargaron de disipar esas dudas y fue parte del mensaje que entregaron en los discursos. Así, por ejemplo, en una vocería el electo Silva dijo que "yo voy a conversar. Nosotros estamos abiertos a todas las buenas ideas y no nos importa de dónde vengan. Definitivamente las ideas que el Partido Republicano ha defendido son conocidas y la fidelidad con la que los defendemos. Y hay un montón de temas constitucionales que están abiertos". 

Mientras que el diputado Juan Irarrázaval decía que "no hay nada más republicano que conversar y dialogar. Con una mayoría como esta estamos dando representatividad a distintos sectores (...) Nosotros lo que queremos es una buena Constitución". 

Mientras que el jefe de bancada, Benjamín Moreno, decía que "nosotros vamos a defender ideas. Nosotros vamos a defender un modelo de sociedad. Claramente cuando tú te encuentras con personas que defienden lo mismo, tienes un argumento para disentir en eso. Pero cuando tú te encuentras con una persona saltando los colores políticos, que no piensa igual que tú en temas que consideras intransables, claramente tu vas a tener diferencias. Cuando hay temas que se pueden transar, lo vamos a hacer". 

En esa línea es que los republicanos sostenían que había temas en los que estaban disponibles a hacer cambios -como los relativos a seguridad y sistema político- pero que había materias en las que por convicciones no estaban dispuestos a transar, como las relacionadas a la defensa de la vida.

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