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pajaritos llegando al parque v. garcía González

Las Tunas.- Las aves y sus excrementos parecen los grandes protagonistas del amanecer en el parque Vicente García, de esta ciudad. Y no es cosa de hoy, desde hace años ya, sin que aparezca solución definitiva a tales prácticas, ellas campean por su respeto.

Se les ve llegar en bandadas, mayormente a ejemplares de pájaros vaqueros, una especie exótica invasora que pasa el día en las cosechas aledañas a la localidad y pernocta entre el follaje de los ficus, haciendo insoportable el descanso en los bancos y dejando el lugar en las mañanas infestado del hedor de las heces y las plumas caídas.

No estamos contando nada novedoso. Esa es una realidad tratada en varias ocasiones por la prensa local, y constituye causa de numerosas quejas de la población en distintos sitios y momentos. Lo verdaderamente notorio y hasta triste, es que todavía el tema ande repartiendo culpas de un lado a otro sin un cierre digno.aves del parque

No solo Las Tunas ha padecido este dilema y hay ejemplos concretos de otros terruños que han buscado, entre varios organismos, soluciones reales. ¿Por qué cuesta tanto hacer eso en esta tierra de cactus?

HABLAN LAS PARTES

comunales José Ángel Rodríguez GonzálezDel drama implícito saben bien los trabajadores de Servicios Comunales. Con ellos conversó 26 a través de José Ángel Rodríguez González, jefe de la Zona Especial del municipio de Las Tunas, la que comprende, entre otros espacios vitales, los predios de nuestro principal parque.

"Estamos desde hace rato con el asunto de los pajaritos. Lo que hacemos durante los meses en que el panorama se complejiza, es abrir la parte del refugio y limpiar los bancos baldeando todo el lugar; muchas personas que pasan nos ven, más de una vez al día, en esa tarea, pero la fetidez siempre queda.

"A pesar de que faltan recursos como el cloro, que hace tiempo no tenemos y es muy útil cuando le echamos al agua para combatir la peste, trabajamos para mantener limpio el parque. Sin embargo, la erradicación del problema escapa a nosotros porque debemos respetar al entorno".

Entre los criterios vitales para el cese de este conflicto está la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma). El máster en Ciencias Amado Luis Palma, subdelegado de Medio Ambiente dialogó con nuestro Periódico.

"Matar es lo único que no es posible hacer en este caso. Por razones más que obvias nos oponemos a que se eliminen las aves. Y queremos recordar que el hecho de que migren a la ciudad tiene que ver, en buena medida, con la acción del ser humano; porque les han talado sus árboles y dañado su hábitat natural. Fíjese si es así que vienen solo a dormir, ellas se alimentan de las cosechas y se desarrollan en otros espacios.parque Vicente garcía banco sucio

"Existen muchos métodos para que se trasladen a otro paraje sin causarles perjuicio, son prácticas frecuentes en el mundo. Entre las más populares, y que recomendamos en este caso, está amplificar sonidos de aves rapaces en algunos puntos del parque. Eso hace que se vayan porque les asustan sus depredadores naturales.

"Se puede poner luz intensa en el área, alumbrando mucho las ramas de los ficus, porque los pajaritos vienen a dormir, y no los dejaría el resplandor. También realizar podas; e, incluso, cambiar a otras especies de árboles que se utilizan en el ornato de la ciudad".

Los directivos del Gobierno local, en la persona de Edenis Frómeta Corría, viceintendente de Medio Ambiente e Informática, confirmaron a 26 que ninguna variante se implementa ahora.

Dijeron que algunas están en estudio y que, lo más probable, resulte que se decanten por incrementar el alumbrado público en el parque y por la poda de los ficus, árboles que han excedido, por mucho, lo que debe ser su tamaño ideal en esos predios.

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Soluciones hay y, lamentablemente, desconocimiento también. Al menos eso se desprende de los criterios que compartieron los entrevistados. Pero estos organismos, si bien son valiosos en la solución del conflicto, no constituyen los únicos responsables del entorno.

Y justo de eso se trata, de involucrar a todos y dejar a un lado el "no se puede", para comenzar a buscar formas de transformar, juntos y para bien, a esta urbe oriental, pequeña y agradecida.

Desde el 20 de julio, el parque Vicente García luce un alumbrado que, aún por debajo de lo que verdaderamente necesita, denota esfuerzos en su electrificación.

Dos guardias velan el área en la mañana e igual número lo hace en las noches y, aunque sucesos recientes han demostrado que deben estar más alertas, sobre todo en las madrugadas, es justo agradecer los desvelos por cuidar en tiempos magros, de poca fe.

Si nos juntamos podemos ganarle la batalla a la suciedad de los amaneceres allí y al colosal mal olor que ronda y llega a ser molesto, incluso, para los transeúntes apurados que lo recorren un día cualquiera.