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Las Tunas.- No hubo huracán que la frenara, tristeza que menguara su empeño o misión que la hiciese temblar en su determinación. Y no es que Nelsy Rubén Larroche sea una “supermujer” o una “superperiodista”, ¿acaso existirán? Supongamos que sí y que esa grandeza reside en la humanidad de quien se da sin miramientos y tiene, como esta radialista, un altísimo sentido del deber.

A sus 60 años cumplidos, la hija de Eduardo Rubén y de Teresa Larroche sabe que el recientemente concedido Premio Rosano Zamora Paadín por la Obra de la Vida no es dulce lecho sobre el cual echarse a descansar, sino impelación constante para andar. Todo lo vivido en estos casi 40 años de ejercicio del Periodismo se cuenta con la pasión de quien sabe que honra un oficio grande y de grandes.

En honor a ese pálpito reporteril, al que se desgrana a través del éter y llega hasta cada telerreceptor, describió, con los ojos del alma, el mundo pobre y desvalido de Haití. Desde la patria de Toussaint-Louverture narró la obra de la colaboración médica cubana, en una experiencia que, sin dudas, fue una escuela y que asumió como la primera profesional de los medios en la provincia con tal honor.

“Allí fue donde reconocí el valor de la inmediatez de la Radio, su importancia y la posibilidad de contar, en el momento, cada suceso”, expresa ahora quien ha ejercitado un sacerdocio de entrega a la emisora donde se formó y la cual dirige desde hace 18 años.

Y es que Radio Maboas tiene un poco de Nelsy y Nelsy tiene mucho de Radio Maboas. Como los pequeños fuegos que magistralmente describió Eduardo Galeano, en esa planta radial fundada por Armando Hart y Haydée Santamaría, ha ardido esta mujer con el fragor de un oficio que se forja, como bien reconoce, en la práctica.

“Cuando me gradué tenía un compromiso con la población amanciera, y ser en el municipio la primera profesional de la prensa graduada de una academia me sirvió para impregnar en otros compañeros ese 'bichito' que cuando te pica no te abandona. Para mí el Periodismo es algo extraordinario. Aunque he asumido la labor directiva, nunca he dejado de ejercitarlo y desarrollar los programas Micrófono abierto y Gente de pueblo, me llena de gratificaciones”.

Ha sido, destaca, difícil y reconfortante: “Pienso que lo más importante es el acercamiento de la Radio comunitaria a sus oyentes. Esto de que la gente te llame y te sugiera un tema o te diga qué le gustó y qué le pareció mal… todo eso se conquista en una localidad como la nuestra, donde la Radio es prioridad. Ese es el mejor reconocimiento que una puede recibir”.

Nada se logra sin sacrificios, sin grandes dosis de amor y tesón, y el Periodismo implica mucho de esa tríada, una vez adherido a la piel se vuelve bendición y castigo. Nelsy lo sabe, lo supo cuando partió a Haití y tras regresar; lo supo las tantas veces que las “tías” del círculo debieron, ya en la noche, llevarle los niños hasta el trabajo; las muchas oportunidades en que sus retoños durmieron en un sillón de la emisora bajo la custodia de la recepcionista, o aquella ocasión en la que “pasó” un ciclón en Radio Maboas y al llegar a casa un árbol había caído sobre parte de su techo.

“El 2020 fue un año muy difícil para el medio radial. Tuvimos en dos ocasiones que cambiar la programación de un momento a otro y ni sabíamos cuáles serían los costos de los programas, pero la gente lo asimiló y no preguntó cuánto iban a cobrar, sino qué tenían qué hacer…, por todo eso digo que este premio es de ellos también”.

Alguien pudiera pensar que es tiempo para una tregua y hasta ella confirma que hay varios motivos familiares que “casi la obligan”; pero a la Radio no renuncia.

“Tengo mi relevo preparado; quisiera que el quehacer continuara y pienso que los que vienen lo harán mucho mejor. He trabajado para que Radio Maboas siga con el reconocimiento del pueblo, con la misma faena que le mereció, en el 2012, la Distinción Honrar Honra. Igualmente, para que dondequiera que alguien la escuche, sienta que nuestra estación forma parte de esa gran Radio Rebelde de la cual habló el Comandante Fidel.

“Hoy estoy aquí, mañana no sé dónde estaré, pero siempre, sin importar el sitio, seguiré siendo periodista, una soldado de la Patria y la Revolución para defender esta obra tan linda y combatir en el campo de las ideas”.