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Las Tunas.- El blanco de la camisa de uniforme de duodécimo grado de Dayan ahora se entremezcla con las batas de los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de Las Tunas. Septiembre lo encontró en un proyecto, que ya clasifica como de lo más notorio que narran sus 17 años. El Colegio Universitario le ha hecho abrir más el pecho a un sueño que, asegura, creció con él.

Desde muy pequeño, cuando le preguntaban qué quería ser de grande, Dayan respondía invariablemente: médico pediatra. Las cicatrices recientes en su pierna descubren de algún modo de dónde le viene la vocación.colegiouniversitario medicina4

“He tenido muchos problemas en los huesos desde niño. Padezco condromalacia en ambas rodillas. Salí hace poco de una operación por un quiste óseo y en la pierna derecha tengo varias microfracturas. Ver tan de cerca el trabajo de los ortopédicos me convenció de que es una especialidad que me encantaría. Reconozco que me falta mucho camino por andar, pero sé en carne propia el trabajo tan valioso que hacen.

“Me han sorprendido los laboratorios aquí. He visto tantas cosas interesantes, órganos humanos que no imaginaba; siento que esta experiencia está superando mis expectativas. Es un reto grande que nos impone madurez, estudio, pero, al menos en mi caso, me ha hecho entender cómo es realmente la carrera y la responsabilidad que entraña usar una bata blanca”, expresa.

Rosalía carga en los ojos un brillo difícil de ocultar. Detrás del micrófono asegura que, desde que empezó el Colegio Universitario, siente que el tiempo pasa volando. Narra entusiasmada que ver un cerebro humano hasta hace semanas le parecía surreal, pero ahora suma a la lista de avistamientos profesionales fetos, cadáveres y hasta los riñones de un ratón.colegiouniversitario medicina3

“Cuando me hablaron de hacer el duodécimo grado en la Universidad me sorprendí muchísimo, pues tenía mis metas muy claras y el Colegio significaba un gran avance. Estoy prácticamente iniciando y ya siento que de aquí saldremos mucho más preparados. No es el mismo material de enseñanza, estamos adquiriendo un conocimiento del cuerpo humano, de la anatomía.

“En el plano más subjetivo vamos a experimentar en carne propia la profesión. Ser médico trae un compromiso, un desgaste físico; es un trabajo sin horarios. Este preámbulo nos prepara de verdad para lo que vendrá luego. ¡Y qué emocionante está siendo!

“En el aula somos muy similares por la empatía de las metas comunes. Nadie quiere quedarse detrás. Y esa competencia es muy fructífera, porque nos impulsa a estudiar, a participar, a perder el miedo escénico. La motivación mayor es que salvaremos vidas humanas y se dice fácil, pero eso impacta.

"Hace un tiempo leí comentarios negativos del Colegio Universitario en las redes sociales. Opiniones muy duras, que éramos muy jóvenes, que seríamos profesionales mediocres y no lo creo. Aquí nos estamos preparando con un claustro excelente y le ponemos mucho sacrificio. El futuro nos dará la razón”, refiere.

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Caminan entre el grupo de estudiantes universitarios con el ritmo propio de sus pasos, pero con un entusiasmo redoblado. Algunos confiesan que se sienten pequeños por el cambio abrupto, que la facultad es inmensa, que los laboratorios son imponentes y el olor se les impregna en la ropa y en la piel. Bromean, pero asumen sus roles con mucha seriedad.

La doctora Yexsy Ávila Pérez, directora de Formación de Profesionales de la institución educativa, también comparte por estos días el reto inmenso que entraña iniciar por primera vez un colegio universitario.doctora Yexsy Ávila Pérez colegio universitario medicina foto Rey

“En el mes de febrero recibimos la indicación por parte del Ministerio de ofertar las carreras de Medicina y Enfermería a través de la vía del Colegio -asegura la galena. La pretensión no solo es formar más profesionales de la Salud, sino aumentar la retención de nuestras matrículas, algo que realmente nos ha golpeado en los últimos años.

“En el mes de octubre de cada calendario comenzamos un ciclo de formación vocacional, vamos hasta las secundarias básicas e interactuamos con los estudiantes, porque sabemos que en este sector hacen falta muchas actitudes que hay que fomentar a edades tempranas; hablo de compromiso, sensibilidad, sacrificio. Por esta nueva vía también queremos sumar estudiantes”.

Comenta la máster en Ciencias que, luego de exámenes de Biología y Química, se conformó un escalafón y se otorgaron 40 plazas, entre Medicina y Enfermería, a estudiantes del municipio de Las Tunas. La experiencia ha demostrado que, para el venidero curso, pueden extender la posibilidad a toda la provincia y otros perfiles.

Actualmente, los futuros galenos reciben las asignaturas correspondientes al duodécimo grado en las aulas de la UCM. A la par, se nutren de actividades extensionistas y propias de las carreras, para fomentar su vocación. Respalda el proceso un claustro altamente capacitado, que participó en los talleres del III Perfeccionamiento, impartidos por el sistema de Educación.

“Es un reto para la institución, porque recién comienza la experiencia y nos hemos planteado la meta de enamorar a cada uno de estos adolescentes con actividades prácticas, llevarlos hasta distintos escenarios, con profesores que logren inspirar a las generaciones que van despuntando.

“Nos ha estado faltando la formación vocacional y adoptamos estrategias para hacer posible estos aprendizajes desde edades tempranas. Nuestro Colegio cuenta con un grupo diverso y muy motivado. Están creadas las condiciones para ofrecer todos los apoyos que se requieran en el camino”, sostiene Ávila Pérez.