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Las Tunas.- Un total de 26 círculos infantiles, de la provincia de Las Tunas, mantienen su funcionamiento y acogen a diario a alrededor de 200 pequeños, provenientes de familias con funciones sociales indispensables, en momentos de una difícil situación epidemiológica debido a la pandemia de la Covid-19.

De la totalidad de los 29 recintos, dos ubicados en el municipio de Jobabo están clausurados debido al panorama sanitario en esa localidad y uno situado en el territorio de "Colombia", que se prevé funcione como centro de aislamiento para la población en edad pediátrica.

Yanara Campaña Mariné, responsable de la Educación de la Primera Infancia en la Dirección Provincial del sector, declaró que a los jardines infantiles acuden hoy alrededor del cinco por ciento de la matrícula, cifra mínima, pero ante la cual se mantienen estrictos protocolos de bioseguridad.

La separación de los pequeños durante los juegos y por salones, la limpieza de las superficies, la ventilación de los espacios, el uso permanente de la mascarilla con su cambio frecuente, así como el lavado de las manos, forman parte de lo aprehendido por niñas y niños en casa y en la institución, reconocida por su labor para enseñar hábitos de convivencia.

"Desde el inicio de la pandemia, nuestros círculos infantiles mantienen sus servicios, y hasta la fecha en ninguno ha existido transmisión del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, en lo que mucho ha influido el buen proceder de los trabajadores y las familias", destacó la directiva.

A su vez encomió la labor del personal de estas instituciones que, aún en estas circunstancias, no descuida la calidad del proceso educativo, prepara condiciones con vistas a la reincorporación del grueso de los infantes cuando inicie la etapa lectiva y, a su vez, participa del accionar en los centros de aislamiento y en la Campaña de Vacunación contra la Covid-19.

Con 60 años en su haber, los círculos infantiles constituyen una parte insustituible del Sistema de Educación antillano, pues es ahí cuando la niñez cubana adquiere y refuerza sus primeros hábitos de comportamiento, valores y saberes, al tiempo que establecen relaciones sociales fuera del ámbito del hogar.