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Correos Tunas 1

Las Tunas.- “Con amor y cariño todo se puede lograr”, así dice Dania Rondón Báez, gestora integral en la Oficina de Correos Tunas 1, en esta ciudad. Su categoría laboral le permite desempeñar cualquier función dentro de la entidad, mas confiesa que prefiere el trato directo con el público. Veinte años no son suficientes y cada día intenso, cada cliente, le vale una nueva historia con la que sonreír.

“Mi lugar está en la ventanilla, la tienda y la estafeta, que es el sitio donde gestionamos las cartas y la paquetería menor. La explicación a tal movimiento es que en nuestro centro hacemos rotaciones”.

En la era de la digitalización, cada vez más habitantes emigran hacia medios que otorgan mayor inmediatez a la comunicación, esto implica, para los trabajadores de Correos de Cuba, la necesidad de reinventarse ante el paso del tiempo. La empresa debe ser capaz de dialogar con la época y, de paso, sostener sus servicios más tradicionales con un cariz de contemporaneidad.

“Nuestra labor es convencer a los clientes de la viabilidad de cada servicio. Hay usuarios que vienen hasta tres veces a la semana a enviar cartas, ya los reconocemos. También están la correspondencia entre centros de trabajo, los giros postales y los telegramas, son procesos que se han renovado. Sin embargo, pasen los años que pasen, nunca será lo mismo recibir un mensaje digital que una carta y leer de puño y letra lo que la otra persona escribió, eso tiene su magia”.

Resalta el valor humano de un quehacer como el suyo, situado en la interacción constante con la gente; el hecho de conocer, incluso, los servicios que prefieren quienes frecuentan la entidad de manera seguida. “Hay alguien que puede no sentirse cómodo con ese roce popular, para mí es lo esencial, me identifican en la calle y aunque no logro reconocerlos a todos, sé por qué lo hacen”.

Con especial emoción recuerda a un tunero satisfecho que escribió al periódico Juventud Rebelde para narrar su experiencia al ser atendido por ella. “No sabría reconocer su rostro, pero su gesto representó mucho para mí”.

Al hablar de la sensibilidad que conlleva su faena, afirma que a lo largo de su trayectoria ha conocido compañeros que cometieron errores de esa naturaleza en sus puestos. “Siempre intento inculcar a mis colegas la dignidad con la que se debe trabajar”.

Actualmente la empresa, pese a las dificultades que enfrenta, se propone hacerlo mejor cada jornada, según manifiestan en Tunas 1. A propósito del Día Mundial del Correo, sobran razones para conocer seres como Dania, quien pone pasión en lo que hace para que la correspondencia siga acortando todo tipo de distancia.