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Las Tunas, el Balcón de Oriente

Las Tunas.- Estampas rurales marcaban la geografía de Las Tunas, caseríos con estilo ecléctico formaban la efímera imagen citadina del centro histórico, en una urbe que apenas llegaba a los 100 mil habitantes. Era esta tierra esa pequeña aldea que servía de tránsito al Oriente cubano, sitio donde solo convergían pequeños comerciantes y pululaban guaraperas, pregoneros del maní, las fritas y otras tendencias de la ligera comida en vehículos ambulantes.

La agricultura acentuaba el ir y venir de su gente a través de cultivos como el plátano y la caña de azúcar; mientras en el área de Buena Vista un inmueble imprimía aires productivos con la instalación de una fábrica de fideos que aún hoy se mantiene. Era esta la única del sector dentro de la urbe previo al triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959.

La ciudad en los años 50 del pasado siglo
                           La ciudad en los años 50 del pasado siglo. 

Una vez más la cuna del mayor general Vicente García González comenzaría a resurgir, ahora con más esperanzas que nunca antes y, sobre todo, luego de la división político administrativa del 24 de febrero de 1976 cuando recibió el reconocimiento de provincia y, con ello, el comienzo de una etapa trascendente e ineludible en su desarrollo socioeconómico.

Es así que a principios de la década de los años 80, específicamente durante 1981, nacía uno de los proyectos más importantes para la historia económica de Las Tunas en su aporte sistemático y gradual a la actividad industrial de Cuba. La Empresa de Estructuras Metálicas Francisco (Paco) Cabrera ( Metunas) en poco tiempo se convertiría en líder en aspectos esenciales como la ingeniería, el diseño, la producción y la comercialización de estructuras de aceros y sus derivados.

METUNAS, llamada "fábrica de fábricas."
                       Metunas, la llamada "fábrica de fábricas".

Muestra de las intenciones de impulsar desde el territorio la obtención de bienes y servicios con altos estándares de calidad, Metunas se afianzó a fuerza de sacrificios y dedicación dentro del amplio espectro empresarial de la Isla, con participación indispensable en construcciones en diversas regiones del país.

Importantísimo ha sido su aporte en los parques eólicos Herradura 1 y 2, en el norte de las Tunas, a partir de la adquisición de máquinas de construcciones roleadas que se han utilizado en la edificación de las bases para los aerogeneradores, con servicios que van desde el corte y enderezado, preparación de superficies de metal ferroso, hasta el montaje y ensamblaje de esas fabricaciones.

La entidad lleva con orgullo el sello tunero a cada punto del verde caimán. La Zona Especial de Desarrollo Mariel, por ejemplo, ha sido escenario de múltiples intervenciones en nuevos proyectos como la fábrica de pañales desechables, la torrefactora de café, el centro de elaboración de alimentos, la base de almacenes para el aseguramiento logístico y la nave de reparación del ferrocarril.

Si de gigantes e indispensables se habla, a esta tierra la cobija una inmensa mole siderúrgica donde el talento profesional, la innovación y la eficacia tienen su espacio predilecto. Catalogada como la segunda más importante después de Antillana de Acero, en La Habana, la Empresa de Aceros Inoxidables (Acinox Las Tunas), ha logrado desde 1991 arraigarse en la obtención de palanquillas de acero al carbono y aleados, así como barras corrugadas para refuerzo de hormigón, con destacado potencial en la construcción de viviendas y otros programas sociales.

Acinox Las Tunas.

Viviana Grave de Peralta Ávila llegó cuando apenas tres columnas marcaban el terreno de la nave central, era el año 1989 y aquella santiaguera de nacimiento se enamoró eternamente de la intención que luego se convertiría en orgullo local.

Comencé a sentir que tenía la misión de levantar la empresa, de construir lo que hasta aquel entonces era un sueño, dice con cierta nostalgia y añade: me tocó demostrar que si tenía que lanzar palas de ferroaleaciones al horno o pasarme las madrugadas en vela haciendo nuevos planes, pues lo hacía, con mucho sacrificio, pero con toda la pasión que lleva la especialidad de Ingeniera Metalúrgica; refiere a la Agencia Cubana de Noticias la directora de Integración y Supervisión de Sistemas dentro de Acinox Las Tunas.

Como Viviana más de 900 trabajadores, con su quehacer, permitieron la certificación de calidad hace 25 años; entidad que hoy labora en el perfeccionamiento de sus funciones y objeto social en pos de reorientarse hacia una empresa de alta tecnología para el 2030, condición que la ha posicionado en el mercado nacional e internacional con productos competentes y de probada durabilidad.

Y en esta trilogía de titanes destaca, a la vez, la unidad empresarial de base Muebles Ludema, enfocada en garantizar el mobiliario de lujosos hoteles, centros de convenciones y espacios destinados a la Atención Primaria de Salud. Surgida en las antiguas instalaciones de una algodonera, la metamorfosis del recinto permitió que en la actualidad se construyan allí artículos de distinguida exquisitez.

Confort, calidad y lujo son características que sobresalen en sus piezas en todo el país con ventas a la población, revestimiento de muebles con fines públicos y el suministro a edificaciones del turismo como el majestuoso hotel de 23 y K, en el Vedado, La Habana, instalación de 565 habitaciones en 42 plantas, considerado el más alto de su tipo en Cuba con 154 metros de altura; sin dudas un privilegio que denota la confianza y el respeto a las creaciones de Ludema, a más de 690 kilómetros de la capital.

Muebles Ludema imprime calidad y confort a sus producciones

De Las Tunas para Cuba y el mundo, luchan por alcanzar la liquidez, la autonomía financiera, la equidad entre ciencia, innovación y tecnología y, con ello, la seguridad y salud en la labor diaria, claves para el avance seguro con carácter productivo y comercial.

La ciudad crece, respira y se transforma. Ya no es aquella simple calle de tránsito a la región oriental, hoy se levanta como baluarte de cubanía, con la autenticidad y hospitalidad de sus lugareños, esos que están prestos al abrazo desde unas puertas que nunca se cierran ante los visitantes.

Más de 170 mil personas conviven en ella; plazas y parques se pintan cada jornada de todas las edades y generaciones, en una urbe que abraza el tiempo y se levanta con hidalguía con la vista en el futuro, ese que se construye también desde sus industrias. 

Las Tunas, el Balcón de Oriente