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Las Tunas.- Uno de los puntos más controversiales del ordenamiento monetario ha sido, sin dudas, la nueva tarifa eléctrica cuya versión definitiva está vigente desde el pasado primero de enero. El asunto no solo sacó a la luz la voluntad del Gobierno cubano de escuchar las genuinas inquietudes de la ciudadanía, también colocó a esta última frente al hecho innegable de prestar atención al consumo de energía.


ASUNTO ¿TRIVIAL?

Solo en su ausencia es que la mayoría de las personas reparan en lo imprescindible que ya es la electricidad para sus vidas cotidianas. Al mismo tiempo, el alto grado de subsidio estatal a ese servicio ciertamente no colocaba al ahorro como una de las prioridades de los consumidores individuales. René Díaz Yaudis, vecino del reparto Santos, en el municipio capital, comenta que en su edificio muy pocas personas leen el metro-contador. “No consumimos mucha electricidad por lo cual eso no lo creíamos necesario”, afirma. Dayanis Martínez tiene la misma percepción. En su casa nadie revisa los gastos de electricidad y aunque confiesa que le gustaría hacerlo, bajo las enseñanzas de su abuelo Oberto Jiménez, “que él sí lo hace de manera diaria”, pero sus intenciones solo llegan hasta ahí.

Incluso entre los emprendedores privados los gastos por electricidad no habían sido una preocupación, hasta ahora. “Cuando llega el cobrador de la corriente, pagamos y ya”, admite Maricela Peña Peña, propietaria del paladar Río Chico en esta ciudad. “No obstante, aclara, cuando la contingencia energética algunos equipos que eran altamente consumidores los dejé de usar”. En términos similares se expresa su colega Yadir Pérez Cabrera, titular del bar-restaurante Caché.

“Ahora, afirma, hay que ahorrar, pero solo con los equipos que estén encendidos innecesariamente. Nuestra prioridad es garantizar un buen servicio y eso requiere buen clima y equipos en la cocina funcionando para que los pedidos salgan en tiempo y forma”.

Algo muy distinto ocurre con las instituciones y empresas estatales que sí están sometidas a severos controles sobre su consumo eléctrico. Solo así fue posible que, salvo interrupciones puntuales y de rápida solución, la Empresa Eléctrica en esta provincia del oriente cubano no reportara males mayores durante el 2020. Eso hizo posible que los clientes del sector residencial continuaran disfrutando de los beneficios de una prestación que genera bienestar y calidad de vida.

SACANDO CUENTAS

Debates en familia y memes en las redes sociales serían apenas dos de los botones de muestra de la importante repercusión que tuvo en la opinión pública el anuncio de la nueva tarifa tanto así que, primero Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político y presidente de la Comisión de Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, y luego el propio presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aclararon que la propuesta inicial sería revisada. Este suceso finalmente se concretó en los últimos días del año.

Consultado al respecto, Roberto Conesa García, director comercial de la Empresa Eléctrica de Las Tunas, precisa que a la hora de establecer esa tarifa se tuvo en cuenta la protección de las personas con bajos niveles de ingresos. El directivo asegura que la abrumadora mayoría de los hogares del territorio (el 99,10 por ciento del total de la provincia para ser exactos) consumen mensualmente menos de 500 kilowatts-hora (Kw/h). Precisamente, insiste, ese es el rango a quienes se les subsidia en 55 centavos como promedio el Kw/h gastado.

Además, aclara Conesa García, todo análisis que los clientes hagan sobre la nueva tarifa no puede estar separado de la reforma salarial y de pensiones. “Contrario a lo que piensan algunas personas, en su concepción no hubo improvisaciones. Todo fue estudiado hasta la saciedad y muy bien pensado”, asegura. De hecho, sostiene que con aumento y todo, la porción de los ingresos que muchas familias deberán destinar para la factura eléctrica será menor.

Como ejemplo de lo anterior, el especialista cita el siguiente caso: Un cliente al que anteriormente le facturaban 250 Kw/h de consumo, pagaba 74 pesos, eso sería el 32 por ciento de su salario suponiendo incluso que este fuera el mínimo vigente antes de la reforma salaria (225 pesos mensuales). Por la nueva tarifa, ese mismo cliente pagará, por similar consumo, 280.72 pesos, sería solo 13.3 por ciento de su nuevo salario, cifrado en dos mil 100 pesos (escala mínima).

Para los cuentapropistas se abrió la posibilidad de acogerse a la tarifa no residencial B1, que rige el reembolso del resto de los actores de la economía que utilizan baja tensión en el servicio eléctrico y que no es subsidiada. Quienes así lo hagan ya pueden recontratar el servicio con la Empresa Eléctrica. Sin embargo, tal cual sugieren los expertos a los emprendedores que consumen menos de 500 Kw/h, le sería más rentable mantenerse en la tarifa residencial porque la B1 es una tarifa lineal en la cual todos los Kw/h tienen el mismo valor y que solo varía según el precio del combustible.

CONSUMIR, PERO CON UN ENFOQUE ECONÓMICO

En el nuevo escenario económico, usar la electricidad consciente y responsablemente, con un enfoque más económico, cobra especial importancia en el ámbito doméstico, en virtud de ahorrar corriente y dinero que puede destinarse a cubrir otras necesidades familiares.

Aunque son varias las vías que los usuarios pueden utilizar para llegar a esos objetivos, a continuación, les exponemos las medidas de ahorro más elementales: apagar planchas, tenazas para el cabello, parrillas, ollas eléctricas y calentadores, poco antes de terminar de usarlos, permite aprovechar el calor acumulado.

Disminuir las operaciones de abre y cierra de los refrigeradores y lograr una adecuada planificación con vistas a que se planche la mayor cantidad posible de ropa en cada sesión, también favorecen al ahorro, así como no usar el televisor como radio, utilizar las luminarias estrictamente necesarias, no usar las ollas para freír y evitar el empleo simultáneo de la hornilla eléctrica y la olla reina de la misma toma de corriente, entre otras acciones.

Para saber si las medidas de ahorro que usted adopta en la vivienda surten el efecto deseado, hágale un seguimiento diario al consumo a través de la lectura del metro contador. Si no conoce cómo hacerlo, esta es la fórmula.

Todos los días, a una hora determinada acuda al equipo medidor y anote todos sus dígitos, menos los decimales y los que están en rojo. Esa lectura se la resta al consumo del día anterior, operación que le dirá si baja o sube el gasto diario del fluido eléctrico.

VIGILANCIA Y SUGERENCIAS

Siempre han existido clientes que tratan de evadir el consumo mediante la alteración de los metros contadores. Durante el 2020, por ejemplo, los inspectores de la Empresa Eléctrica detectaron 70 hurtos de electricidad como promedio mensual, cuyos actores recibieron el tratamiento correspondiente. Consciente de que esas fechorías pudieran incrementarse con la entrada en vigor de la nueva tarifa eléctrica, la entidad incrementará las frecuencias de las inspecciones sorpresivas, sobre todo a las rutas de mayor consumo.

Paralelamente no sería descabellado que la Unión Eléctrica evaluara otras opciones como las vistas por ejemplo entre los proveedores de servicio de telecomunicaciones. Es el caso del crédito o el pago por adelantado de todo o una parte del consumo estimado; o extender la instalación a los cuentapropistas que así lo deseen de metrocontadores como los ya vistos en el sector estatal que limitan el consumo a una cifra previamente pactada. Todo, para poner más en contacto a los consumidores con su gasto eléctrico.

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