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agricultura jesus menendez las tunas julio 2025 0026
Chaparra ("Jesús Menéndez"), Las Tunas.- Desde hace años, José Rafael González Fernández trabaja las tierras que antes fueron de su papá, su abuelo y otros ancestros; y lo hace con la sabiduría y la experiencia que imponen los tropiezos de cada jornada.

Durante su niñez, ayudaba a los suyos en alguna que otra labor, lo mismo arrancando hierbas que recogiendo las cosechas. Pero más bien miraba, hurgaba con su vista y atrapaba en la memoria los procedimientos para que las plantaciones dieran mejores resultados.

Rafaelín, como le llaman, lo logró. Visitar sus campos, en la comunidad de Pozo Blanco, del municipio de Jesús Menéndez, es la mejor prueba. Ahí es preciosa la imagen de tanto verde sobre un suelo cuidado, sin malezas, y cubierto de extensos platanales, que en unos meses darán alimentos para el pueblo.

“Tengo casi dos caballerías y las dedico completamente a la siembra de viandas y frutas, además de algunos granos y hortalizas. Siempre la tierra está ocupada, con un cultivo o el otro, porque aquí no se puede perder tiempo y cuando se cosecha, enseguida se prepara el área para volverla a plantar.

“Ahora es un poco más fácil. Pero hasta hace un tiempo pasábamos mucho trabajo, pues esta finca toda la vida fue secana. Solo teníamos el agua que caía del cielo, cuando llovía. Gracias al Proyecto de Desarrollo Rural Cooperativo en la Región Oriental (Prodecor) tenemos casi todo bajo riego.

“Esa tecnología funciona con electricidad y en estos momentos, por la situación que conocemos que tiene el país, casi no hay descanso. A toda hora tenemos que estar pendientes de cuando llega la corriente. A veces es a la 1:00 o las 2:00 de la madrugada y hay que arrancar los sistemas y ponerse a regar”.

Este asociado a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Noel Turruelles es un perenne innovador en sus tierras, en las que gestiona semillas de calidad y prueba algún que otro producto biológico para nutrir los cultivos y luchar contra las plagas y enfermedades.

“Constantemente se buscan soluciones y en los últimos tiempos se nos está priorizando en algunos recursos materiales. Aquí están claras nuestras intenciones de continuar sembrando viandas y otros renglones y de seguir para adelante, a pesar de cualquier cosa”.

Rafaelín es uno de los mejores productores del territorio tunero y su compromiso y dedicación también son un homenaje a quienes le antecedieron en esos suelos fértiles. Muchos años después, la historia se repite. Tras sus pasos anda su hijo, “que ya tiene 21 años y está dedicado totalmente a la finca. Es el relevo”.