Las Tunas.- Graduada de Derecho en el año 2015, tras haber cursado la carrera en la modalidad de curso para trabajadores, su camino profesional no comenzó en un bufete ni en un tribunal, inició en un aula de Secundaria. Desde allí, sin pertenecer aún a ningún sector jurídico, María Alina Carralero recibió la oportunidad que marcaría su destino, una plaza en la Dirección Provincial de Justicia como especialista en Control Interno.
Su primera guía y a quien le agradece todo lo que sabe fue Consuelo Rodríguez Valenciano, una mujer de vasta experiencia, quien se desempeñó como subdirectora de la institución. De ella aprendió los secretos de la organización, la planificación y el funcionamiento interno. "Era una señora con muchos años de labor y me vinculó en todas las materias que había estudiado, Derecho Civil, Notaría, Derecho Penal".
No estuvo sola en ese proceso. Otros mentores marcaron su formación, Enrique Castillo, jefe del Departamento de Asuntos Penales, y Mailín Acevedo, especialista del Registro de la Propiedad con años de trayectoria. "De cada uno aprendí algo distinto, y eso me ayudó a crecer en este entorno tan exigente".
Once años han pasado desde aquel inicio. Hoy, con cuatro de ellos al frente del Departamento de Organización y Control, y también de la comunicación institucional, su recorrido es testimonio de constancia y entrega.
"Han sido experiencias muy bonitas. Dirigir no es fácil, pero los años en Justicia han sido una escuela. He aprendido mucho y me siento orgullosa de lo que hemos logrado.
"Durante la pandemia de la covid-19 me habilité como registradora civil y ejercí en la Funeraria. Fue un momento muy duro, pero también una oportunidad de servir. Me involucré en todas las tareas que Justicia me asignó porque entendí que era necesario".
Ha pasado cursos de formación como cuadro y reserva, y a nivel nacional figura como reserva en dos áreas, la de Comunicación y la del Departamento de Planificación. "Han sido muchísimos retos, pero cada uno me ha hecho crecer".
La Unión Nacional de Juristas de Cuba en la provincia ha sido otro espacio de crecimiento. "Durante ocho años dirigí la delegación de base y hoy formo parte de la junta directiva. Siempre he tratado de vincularme en todos los talleres y cursos posibles, porque creo que la superación constante es primordial.
"Con la comunicación estoy tratando de poner en alto el nombre del Ministerio de Justicia aquí en Las Tunas, trabajando junto con los especialistas de cada departamento y con mis directivos, con quienes siempre he tenido muy buena comunicación.
"No pienso abandonar este camino -asegura-, me gusta mi trabajo, es bonito y siempre animo a los jóvenes que se gradúan de Derecho a pasar por esta institución, porque de verdad es un reto en el cual uno aprende de todas las materias".
Su historia es la de alguien que, sin proponérselo al inicio, encontró en la Dirección Provincial de Justicia no solo un empleo, sino una vocación que forma parte de ella.