Las Tunas.- El más reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) confirmó una sostenida tendencia alcista en los precios que pagan las familias de esta provincia del oriente cubano. Con respecto a los datos dados a conocer por la misma fuente, pero en similar mes del 2024, la inflación general aquí subió en un 20,7 por ciento.

La medición, que se realiza mensualmente sobre una canasta de 298 artículos representativa de más del 90 por ciento del gasto de los hogares cubanos, muestra que la presión inflacionaria fue particularmente fuerte en productos de primera necesidad. Dos tercios de los establecimientos visitados para el sondeo pertenecen al sector no estatal.

El análisis de los datos desagregados por la ONEI confirma que la inflación no solo se mantuvo, sino que se aceleró en productos esenciales. La categoría de bebidas y tabacos registró un aumento implícito del 50,3 por ciento, mientras que lácteos y huevos se encarecieron un 42. Los cárnicos, específicamente la carne de cerdo, subieron un 22,8 por ciento, la tasa más alta reportada frente a otras provincias más pobladas como La Habana o Santiago de Cuba, pero también ante otras con aproximadamente la misma cantidad de habitantes como Cienfuegos o Ciego de Ávila.

De septiembre del 2024 a septiembre del 2025 las viandas y granos también presentaron incrementos considerables, por encima del 17 por ciento, superando el promedio histórico reciente. Solo las frutas mostraron una ligera disminución del 1,8 y las verduras un aumento moderado del 6,8 por ciento.

Aunque la inflación general aquí se situó ligeramente por debajo del promedio de las provincias mencionadas, Las Tunas dejó atrás su histórica posición de precios moderados. Los datos del IPC evidencian que, en varios rubros básicos, las cotizaciones en el Balcón del Oriente Cubano se equipararon o superaron a las de otros territorios orientales.

Este comportamiento refleja que las provincias más al este del Archipiélago no necesariamente presentan una inflación menor que las ubicadas al oeste, aunque la incidencia varía según la categoría del producto.

A pesar de que está en marcha una estrategia de Gobierno para incrementar la producción local de alimentos y disminuir las importaciones en estos rubros, todavía las familias tuneras enfrentan un continuo encarecimiento de los productos de la canasta básica, con una presión adicional sobre aquellos de alta demanda como proteínas y alimentos procesados, lo que profundiza el desafío para la economía doméstica.