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chaparra recuperacion

Las Tunas.- Luis Pérez Ávila vive en Chaparrita, pero es el presidente de la Zona de Defensa de Pueblo Viejo, en el centro mismo del municipio de Jesús Menéndez, y allí le tocó permanecer, en el puesto de mando, mientras el huracán Melissa rasgaba al oriente cubano el 29 de octubre.

No fue una madrugada sencilla y el ruido del viento llegó a ser intenso, especialmente en las primeras horas de la mañana siguiente. Su cabeza era entonces un aluvión de pensamientos, que iban desde la preocupación por los suyos hasta la inquietud por quienes, a su alrededor, viven en perímetros propensos a las inundaciones, como Cascarero y las calles 14, 16 y 19.entrevista chaparra consejo popular

Se habían preparado bien, destupieron los desagües con la mecanizada en los días previos, visitaron hogares, velaron por que la gente se moviera a casa de los amigos o al centro de evacuación en tiempo y fecha, pues nunca se está del todo listo cuando se enfrenta el ser humano a madre natura, ardorosa, en su total extensión.

De eso Pérez Ávila no tenía dudas, pero, si alguna le quedaba, se desvaneció cuando el aire comenzó a amainar y pudo salir a la calle. El primer impacto fue ver en el suelo a la mata enorme de salvadera que, por décadas, había lucido la casa, apenas a 200 metros de donde estaban guarecidos.

“Porque si algo destrozó este fenómeno meteorológico en Chaparra y sus alrededores fueron árboles”, así nos dijo Luis y explicó que tal realidad y la recogida de desechos sólidos son grandes preocupaciones para los chaparreros.

En eso coincide Gisela Hernández, directora de Comunales en el municipio. Una mujer que aguantó los vientos del meteoro dentro de la funeraria, “porque tiene mucha cristalería y techo de zinc. Era un lugar donde podían pasar cosas”.

Por ella supimos que en la comarca abundan los robles, las caobas y la buganvilia, y que lo que hizo Melissa con ellos y otras especies de la zona fue una verdadera masacre.

“En el parque de la pizzería quedaron dos matas nada más y en el que muchos conocen como parque de los delfines, en el Batey, habían dos uvas caletas enormes, que también se cayeron, por ponerte ejemplos de hechos que nunca se habían visto por acá.entrevista chaparra comunales

“No fueron las únicas afectaciones. Tuvimos daños en los 10 cementerios, con más énfasis en el de Chaparra, colapsaron algunos panteones particulares por el exceso de humedad, y 21 estatales”.

Gisela sabe que el volumen de desechos que permanece en las calles es notable y, asegura, “ya se han recogido después del ciclón más de siete mil metros cúbicos. Todo parece indicar que son alrededor de 25 metros cúbicos los que faltan por acopiar, porque no ha sido posible llegar a barrios del interior del municipio y a algunas entrecalles del poblado cabecera”.

Explicó que los organismos están apoyando y confirmó que cuentan con los muchachos del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), además de con los reclusos en la prisión de La Palma. Pero no es suficiente.
“Disponemos de pocos carretoneros. Tenemos, ahora mismo, solo nueve en la parte urbana y ocho en la rural; y sitios de gran población, como el barrio de El Canal, no tienen ninguno. Es muy complejo el panorama, pero no nos rendimos”.

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El fondo habitacional de “Jesús Menéndez” transita desde hace mucho de regular a malo. Casi todas las casas, para que se tenga una idea, son de tipología 2 (paredes de madera o mampostería, pero con techos de tejas criollas) o 4 (madera y techo ligero, de zinc o fibro); y de los 76 edificios existentes, 19 están en pésimas condiciones y pocos, poquísimos, se consideran en buen estado.

Andrés Miguel Hidalgo Peña, director de Vivienda por aquellos lares, confirmó que, cuando los vientos de Melissa llegaron, quedaban aún 650 derrumbes totales y 21 parciales desde que el huracán Ike trastocara la calma chaparrera. A esa cifra se suman ahora otros nueve derrumbes totales, con las mayores afectaciones en los consejos populares El Canal, Pueblo Viejo y el Batey.entrevista chaparra vivienda

“La ayuda va llegando. Estamos organizando tres puntos de venta, que comenzarán a funcionar en cuanto arribe el recurso, para el expendio a la población damnificada, con las ventajas que dan ahora las modificaciones que ya informó el país, para subsidiar parte de los materiales.

“Uno de estos establecimientos estará en Salgacero, sitio en el que, además de los habitantes de esa comunidad, se comercializará a los pobladores de San Agustín, El 14, San Martín y Vedado 9; otro punto será la tienda municipal de materiales de construcción, donde se ubicarán los suministros para Vedado 3, El Canal, el Batey y Pueblo Viejo. Por otra parte, los habitantes de La Yaya, El Trompo y Lora comprarán en este último poblado”.

Los trabajadores sociales, ilustró el directivo, organizan todo lo necesario con la ayuda de otros organismos y, aunque esto no supone una solución definitiva al panorama de la vivienda en el terruño, aspiran a que las huellas de Melissa, poco a poco, desaparezcan.

Un panorama menos enrevesado tienen ahora mismo los trabajadores del sector eléctrico; porque si bien los apagones por allá rondan las ocho horas diarias y hasta más en algunas localidades, aseguran que no están relacionados ya con el fenómeno meteorológico, sino con la situación de déficit que pervive en el Sistema Electroenergético Nacional (SEN).entrevista chaparra electrico

Así lo precisó Reynier González Concepción, responsable de la Empresa Eléctrica en Chaparra. “Acá se afectaron 19 postes primarios (soportan las líneas de alta tensión) y 21 secundarios (soportan los tendidos que van hasta las viviendas) y, como nosotros nos alimentamos de la subestación de Puerto Padre, ubicada en 'Guiteras', pues la tarea primera se centró en enlazar esas líneas. Ya en la noche del día siguiente al azote del huracán parte de la cabecera disfrutaba del servicio.

“En los primeros cinco días tenían corriente El Canal, Pueblo Viejo y el Batey, lugares en los que se agrupa el 50 por ciento de los clientes del territorio. De ahí se avanzó al sur y al norte, y ya está todo restablecido. Quedan interrupciones al servicio, algunas de ellas reportadas antes del ciclón, y en las que estamos enfrascados”.

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Líneas aparte, en cualquier texto que por estos días aborde la recuperación del municipio más al norte de Las Tunas, merece la producción de alimentos. Porque allá, en un polo productivo en el que se trabaja mucho, se desvelan los esfuerzos por revertir los embates de los vientos, el mayor enemigo que tuvieron los sembrados de plátano, maíz y yuca, golpes que todavía no han logrado cuantificarse totalmente.

Así lo explicó a 26 Dixan Pérez, subdelegado de la Agricultura en la localidad. “Se ha recuperado, por ejemplo, un porciento del maíz que se había afectado. Debido a la humedad que hay en la tierra con las lluvias, la planta va al suelo y la que no ha sido partida suele levantarse cuando el sol sale otra vez; baja el rendimiento, pero no se pierde todo.entrevista chaparra agricultura

“El plátano fue el más perjudicado. Los sembrados están ubicados, generalmente, en el ala norte del municipio y ahí fueron mayores los impactos. No pasó lo mismo con el plátano de fomento, ese no ha tenido tantos lastres. Ahora nos encontramos en el proceso de cortar hojas dañadas, para que el rendimiento no baje demasiado.

“La yuca depende más de la humedad que se mantenga en el suelo. Porque si la lluvia sigue en estos días la raíz tiende a podrirse; estamos sacando, hemos vendido a la población y nos mantenemos monitoreando los sembrados para actuar en consecuencia.

“Los daños han sido considerables, pero, la verdad, pensamos que pudieron ser peores; estamos muy esperanzados con que la labor avance, porque sabemos lo importante de nuestro compromiso social”.

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Decir que Chaparra se recupera con celeridad sería un eufemismo irrespetuoso ante el silencio y la tristeza que esta reportera percibió en las calles del que fuera el refugio de su infancia. Pasó un ciclón por aquella tierra cerca del mar y con caña en su raíz; queda mucho trabajo. Fue la demarcación más afectada de la provincia y, por tanto, las huellas están en la gente y sus preguntas.

Todo eso en medio del complejo panorama sanitario que se mantiene en Cuba, de las lluvias que no cesan del todo, y el andar de las personas se entrelaza con esos latidos, irremediablemente.

Pero conversé con Pedro, que sigue empeñado en atesorar la historia fecunda de sus calles añejas; hablé con un productor de cabras, que no se deja vencer, a pesar de no pocos obstáculos que le nublan la mirada; abracé a amigos, que quieren que se haga allá aceite de ajonjolí y dicen que en solo 45 días el frijol verdín puede estar dando comida; y saludé al profe Aramís, hombre de apuesta constante por la energía renovable y la ciencia en función del desarrollo.

En ellos está Chaparra, la de los Danddy del 50 y los carnavales ricos, la tierra que necesita reinventarse para salir adelante, latiendo desde ella misma, en nombre de la vida y la esperanza.