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Majibacoa, Las Tunas.- Ante los efectos de una pandemia que no se detiene y, al parecer, no posee compasión con nadie, incrementar la producción de alimentos resulta imprescindible para vencer esta batalla. Con el propósito de aprovechar todo su potencial y responder a esta impronta, a buen ritmo marchan las producciones en el recién habilitado módulo pecuario de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Pérez, en el municipio de Majibacoa.

Dedicada fundamentalmente a las producciones cañeras, la entidad en estos tiempos se ha visto obligada a diversificarse y producir comida, incluidas aquellas que clasifican como alimento animal. En sus empeños por cumplir, a pesar de las dificultades, estos productores no abandonan sus metas y con voluntad se insertan en el desarrollo de los cultivos varios, la ganadería mayor y menor.36

De acuerdo con Julio García Velázquez, su administrador, el módulo pecuario vino a fortalecer, todavía más, los resultados que tienen en las campañas cañeras. “Las producciones no son solo para el autoabastecimiento nuestro -explica García Velázquez-, aportamos a la comunidad, atendemos a los trabajadores, sus familias y se lleva a donde haga falta. En plena pandemia, ponemos a disposición del Estado viandas, hortalizas y proteína para enviar a sectores priorizados”.

37Otra fortaleza está en la ganadería. Un total de 315 cabezas de ganado asumen los azucareros y su compromiso es asegurarles agua y comida “de la buena”. Sus inicios con la raza cebú mestizo no le garantizan mucha leche, sin embargo, como se trata de aumentar las producciones, ahora readecuan sus líneas y cambian varios sementales con ese fin. “Más de 20 hectáreas se dedican a la siembra de pastos y forrajes para el alimento animal”, refiere el directivo.

La implementación de las 63 medidas en esta unidad ya se ha palpado por ellos mismos y muchos pobladores. “Cumplí con todos los parámetros y nos autorizaron a sacrificar 11 toros. Vendimos a varios asentamientos, tres de ellos en Calixto, los otros se destinaron a los trabajadores”.

Las condiciones de estos parajes se pueden explotar muchísimo más. Ya muy bien pueden ir despuntando en el módulo pecuario y este trabajo debe estar integrado con la ciencia. La inseminación y la genética tienen que ser, sin dudas, su mecanismo desarrollador.

La voluntad y la cultura del detalle los ha hecho crecer también en el ganado menor. Sus carneros ahora se crían en tarimas para contribuir más rápido a la ceba y con mayor calidad. “Otros cuartones están identificados para clasificar las hembras, poner los machos separados y no juntarlos hasta que no sea preciso, para que el proceso se realice como debe ser. Los implementos para realizar las tarimas son muy rústicos, todos propios pero seguros. Nada imposible de crear si se le pone interés al trabajo”, confirma Julio García.

43 Un módulo pecuario está incompleto si no tiene conejos, aves de corral, cerdos… y por ahí se encamina esta UBPC, que es una de las que más se destacan en la producción cañera. Sus resultados no llegan por casualidad, cada uno de sus trabajadores le pone empeño y razón a lo que hacen. Y en tiempos de zafra o no, allí siempre se respiran aires de laboriosidad, pues el trabajo nunca falta si de contribuir a la producción de alimentos se trata.

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